Álvaro Hernando Cardona González
El empleo es la mejor respuesta a los problemas económicos. Y a los sociales. Un pueblo desempleado, es decir, sin ingresos y dignidad, es un pueblo insatisfecho.
Una economía sostenible es aquella que genera empleo permanente para una población creciente, y mejora las condiciones de ingresos, por trabajo, aupando la dignificación del empleado. Quien tiene empleo, y recibe una remuneración acorde con su esfuerzo, se siente digno, respetado, satisfecho frente al resto de la sociedad.
Los gobiernos sólo deben intervenir en la economía para facilitarla, garantizar que se haga en condiciones de igualdad, para impartir justicia ante las violaciones normativas o competencia desleal (por eso la necesidad de igualdad) y estimularla. Por lo tanto, tampoco debe rescatar aquellas que estén fracasando; implica muy seguramente, despilfarro del dinero público, es competencia desleal y desestimula a las empresas y trabajadores que lo están haciendo bien.
El papel del gobierno en el sector privado no es eficiente. Los políticos tienen muchos objetivos que quieren satisfacer para no perder votos y poder, mientras las empresas tienen uno sólo: ser rentables con sus inversiones. Incluso, admitámoslo, crecer y con ello demandar más trabajadores pues cuando es el dinero propio el que está en riesgo, se es más cauteloso con él.
¿Cómo generar empleo desde el Estado? O lo que es igual, ¿cómo sacar de la calle a quienes dicen no tener empleo y piden limosnas? Sólo se requiere voluntad. Eso sí, se requiere dejar la carreta y asumir esta voluntad con “valor institucional”, por el bien del ente territorial. Porque esto es de los entes territoriales; de alcaldes municipales y distritales y gobernadores que se hacen de la vista gorda y acrecientan con ello el problema. O, ¿por qué unas ciudades y departamentos tienen menos personas pidiendo dinero en las calles que otras?
Se requiere una combinación simple pero valerosa, ya lo decíamos de cuatro cosas: 1) Es prohibido pedir dinero (limosnas) en la calle. Una cosa es que alguien al interpretar un instrumento musical reciba un estímulo, y otra, solicitarlo y hasta exigirlo coaccionando, como se volvió costumbre en Colombia (esto último es delito); 2) Quien no tenga empleo, debe recibir una suma de dinero que le permita vivir dignamente por trabajar para el ente territorial. Gratis, nada; 3) Todos pagan impuestos. Porque eso dignifica, porque eso crea derecho a exigir y porque eso sí es igualdad. Claro, será una retención proporcional sobre ingreso; y, 4) Se debe acompañar lo anterior, el implementar una estrategia de asistencia social para quienes no puedan desempeñar oficios por enfermedad, vejez o demencia.
El empleo sin carreta incide en la seguridad alimentaria, en mejorar la salud física y mental, y en la seguridad.
