OPINANDO Y DANDO
Por: Faiver Hoyos Hernández
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Cada vez que un mandatario asume el rol de Alcalde de un municipio cualquiera que sea, llega no solo con ideas nuevas, sino en su mayoría con espejo retrovisor a buscar aniquilar lo que su antecesor haya planteado y desarrollado. Hay excepciones, por ejemplo, el hoy Alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, llegó a apagar incendios y liderar temas de seguridad, sin que hiciera referencia al pasado. La gente quería verlo gobernando y eso está haciendo. Aplausos.
En Neiva hizo carrera mirar atrás. En este escrito, me voy a referir al esfuerzo que genera establecer algunos espacios como por ejemplo la Secretaria de Juventud entre otras, que posteriormente han sido puestas en picota pública, listas para ser sepultadas. El Gobierno del Cambio que lidera el Presidente Gustavo Petro, ha establecido políticas y directrices claras en favor de los jóvenes. En la región el histórico en cuanto a inversión y espacios para quienes hacen parte de las juventudes es mínimo. Una primera talanquera es exigir experiencia y peor aún títulos sobre títulos, más aún cuando la problemática económica ha desatado crisis que toca la pobreza extrema en los sectores más populares.
Las familias neivanas ven con preocupación como los jóvenes, y en muchos casos menores de edad, naufragan entre el consumo de sustancias alucinógenas y el ingreso a conformar pandillas. El alto índice criminal toca las bases y especialmente a los jóvenes como protagonistas de primer orden. Lo sucedido en días pasados en Neiva, en una panadería, en donde un joven que presuntamente iba a cometer un delito terminó siendo ajusticiado, encendió las alarmas. Preguntas: ¿No creemos en la efectividad de la fuerza pública? ¿Hasta dónde creo que puedo tomar mis propias medidas? Etc.
El alto índice de inseguridad no se combate con más cámaras o más celdas. Se ataca con mayores espacios laborales e inversión social, en donde mujeres y hombres, jóvenes y adolescentes encuentren oportunidades tangibles que permitan mejorar su calidad de vida. El hambre no da tregua y obliga lo que sea con tal de llevar el pan a casa. La más efectiva fábrica de delincuencia la origina el mismo Estado, cuando cercena a ellos oportunidades de empleabilidad.
Invito al actual Alcalde de Neiva a que replantee sus propósitos de aniquilar la Secretaría de la Juventud. Cuando se gestó, se hizo para brindar apoyo a quienes ya son el presente. Marchar acorde con políticas nacionales y del cambio real es tener en cuenta a los jóvenes en todas las dimensiones de la sociedad. El estallido social, que acompañamos y enfrentamos, nos enseñó a escuchar. Si bien en ocasiones puede verse como un nido burocrático, también es claro que hay maneras de reestructurar sin acabar dependencias que tienen una misionalidad real.
Son los jóvenes los llamados a gobernar, a construir, a edificar a repensar y organizar mejor el territorio. No es momento de atacar sin justa causa. Es hora de establecer políticas públicas que generen inversión y desarrollo.
