Walt Disney decía que todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos. Esa consigna la llevan muchos colombianos impresa en su ser, su espíritu de lucha y resiliencia para salir adelante a pesar de los problemas y obstáculos es realmente de admirar. Históricamente quienes tuvimos el privilegio de nacer en este hermoso país hemos tenido que hacer frente a muchas dificultades, más, sin embargo, por mucho sufrimiento, dolor o grande que sea el problema, siempre logramos salir avante.
Sin lugar a dudas el covid nos golpeó fuertemente a todos, eso sí, a unos más que otros. Tuvimos que despedir seres queridos, se perdieron empleos, empresas quebraron y muchas cosas no volvieron ni volverán a ser como antes. Aún así, no perdimos las esperanzas en que todo podría mejorar, en que esta pesadilla pronto terminaría, aunque luego llegó un paro demoledor que nos volvió a recordar que la vida es eso, una montaña rusa de dificultades y momentos cortos de felicidad.
En pleno centro de Rivera, Huila, a un costado de la iglesia El Perpetuo Socorro, queda ubicado el negocio El Carajillo, un acogedor sitio donde venden el mejor café del departamento, jugos, sándwich y otros treinta productos más, me encontré con su dueña, la señora Gina Rocha, administradora de profesión, pero sin duda una luchadora de tiempo completo, Gina inauguro su negocio en diciembre del 2019 y tres meses después cuando su emprendimiento iniciaba a dar resultados positivos, con mucha tristeza tuvo que cerrar, ello a raíz del confinamiento ordenado por el presidente Duque, en marzo del 2020 por motivo del covid19. Muchos sueños y metas a corto y mediano plazo quedaron suspendidas, tuvo que estar junto a su familia en casa viviendo de ahorros y de vender sus productos a domicilio. Así como ella muchos colombianos por aquellos días tuvieron que vivir una verdadera película de terror, esto por la incertidumbre de saber que iba a pasar.
Personalmente creo que no es nada fácil emprender en Colombia, hay mucha informalidad a raíz de tanta tramitología para legalizarse, además de las dificultades propias que tiene consigo crear empresa, montar un negocio y tener la entereza de sacarlo adelante. Pero al preguntarle a Gina sobre ello, su respuesta me confirma lo que también siempre he creído, este hermoso país es de guerreros y soñadores incansables. “Emprender no creo que sea difícil, hay que tener ganas, emprender es uno querer hacer, tener amor por las cosas, es dedicación, yo me soñé mi negocio, me lo imaginé y así lo tengo ahora”, me responde Gina, quién a pesar de tener por más de nueve meses cerrado su negocio, siguió persistiendo y trabajando por sacarlo adelante, que además tuvo que soportar el alza de precios y escases de muchos productos a raíz del paro nacional, que justo cuando el Carajillo iniciaba a tomar vuelo en sus ventas, volvió a sentir el bajón, ello por los bloqueos de vías que le hicieron tanto daño a la economía del departamento del Huila y al país, ocasionando la pérdida de miles de empleos y la quiebra de muchas empresas.
Como Gina y el Carajillo hay miles de historias en el país, colombianos que día a día se levantan para dar lo mejor de sí, que han soportado una pandemia que nadie esperaba, que soportaron un paro y unos bloqueos criminales, pero aún así han seguido de pie, no se rinden, luchan, sueñan y trabajan el doble, pues quizá la vida, el destino o Dios, algún día los premien con el éxito eterno.