En la frontera entre Colombia y Ecuador se encontró una base guerrillera abandonada que muy probablemente podría pertenecer a las extintas guerrillas de las FARC o de las disidencias.
Esta base fue localizada por militares de las Fuerzas Armadas del Ecuador en la provincia de Esmeraldas, al norte del país, durante un operativo de reconocimiento y vigilancia de los espacios terrestres en la frontera internacional.
En este lugar se encontraron cuatro camas improvisadas, hechas con tablas y colchones; dos telas impermeables, un poncho, dos cocinas, ollas, vajillas y un cuaderno con apuntes de registro de las actividades de la columna móvil que presuntamente utilizaba dicha base.
De acuerdo con la Gobernación de Esmeraldas, la base perteneció a la columna móvil Urías Rondón, grupo disidente de las FARC, y habría servido de descanso para aproximadamente una docena de personas.