DIARIO DEL HUILA, INFORME
Por: Rolando Monje Gómez
La caída histórica el año pasado del Producto Interno Bruto, PIB, de 6,8%, la altas cifras de desempleo e informalidad y la crisis económica y social generada por la pandemia del Covid-19, el porcentaje de personas clasificadas como pobres respecto al total de la población nacional fue 42,5%, lo que significó un aumento de 6,8 puntos porcentuales (pps) frente a la cifra de 2019 (35,7%), según reportó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane.
La pobreza en las cabeceras municipales en 2020 fue 42,4%, registrándose un incremento de 10,1 p.p. en comparación con el año inmediatamente anterior. Adicionalmente, en los centros poblados y rural disperso la pobreza monetaria presentó una reducción de 4,6 p.p., pasando de 47,5% en 2019 a 42,9% en 2020.
Se presentó un retroceso que hace acumular una mayor cantidad de población por debajo de la línea de pobreza monetaria extrema.
A nivel nacional, un total de 21,0 millones de personas se encontraban en situación de pobreza monetaria en 2020, frente a las 17,5 millones presentadas en 2019. Esto es una diferencia de 3,5 millones de personas que ingresaron a la pobreza monetaria.
Desagregando las dinámicas rurales y urbanas, la cifra de pobreza monetaria fue ligeramente más alta en centros poblados y rural disperso (42,9 %) que en las cabeceras municipales (42,4 %). Sin embargo, esta última fue la que más subió, pues el año anterior se ubicaba en 32,3 %, mientras la primera cerró en 47,5 % para 2019.
Por ciudades, Manizales A.M. presentó en 2020 una incidencia de pobreza monetaria del 32,4%, siendo esta la más baja entre las 23 ciudades y áreas metropolitanas, seguida de Medellín A.M. con 32,9%. Las mayores incidencias de pobreza monetaria se registraron en Quibdó, con 66,1%, y en Riohacha, con 57,1%.
Para el caso de Neiva la pobreza monetaria pasó de 111.408 personas en 2019 a 158.803 en 2020, presentando un incremento de 42.831 personas (29,8%), aportando 1,2% al total nacional.
Por departamentos el Huila en 2019 había registrado 51,2 de pobreza monetaria y se incrementó en 4,4% ubicándose en 55,6%, ubicándose por debajo del total nacional 1,7%, pasando de 620.109 personas a 681.208, donde en el último año 61.099 entraron en pobreza monetaria.
Pobreza extrema
La incidencia de la pobreza monetaria extrema en el país para el año 2020 fue 15,1%, 5,5 p.p. superior a la incidencia registrada en el año inmediatamente anterior. En las cabeceras municipales esta proporción fue 14,2%, lo que representa un incremento de 7,4 p.p. frente a 2019.
A su vez, la incidencia de la pobreza monetaria extrema en los centros poblados y rural disperso fue 18,2% en 2020, presentando así una disminución de 1,1 p.p. en comparación con el año anterior.
Así, 7,5 millones de personas se encontraban en 2020 en situación de pobreza monetaria extrema, 2,8 millones más que en 2019 cuando se registraron 4,7 millones de personas en esta situación.
Evolución de la población en situación de pobreza monetaria, por departamentos.
Manizales A.M. y Medellín A.M. presentaron las menores incidencias de pobreza monetaria extrema en el país en 2020, con 7,9% y 9,1%, respectivamente. Al mismo tiempo, Quibdó registro una proporción de 30,1%, siendo esta la mayor incidencia de pobreza monetaria extrema, seguida de Riohacha con 27,7%.
En Neiva durante 2019 se registraban 14.000 personas en condición de pobreza monetaria extrema y en 2020 se reportaron 48.724 personas, incrementándose la cifra en 34.724, aportando a las cifras nacionales 1,2%. La capital del departamento pasó de 4,3% a 14,7%, un incremento de 10,4%, siendo la tercera ciudad en el país que mayor incremento presentó en ese periodo, presidida por Bucaramanga y Cúcuta.
En cuanto a pobreza monetaria extrema el departamento del Huila registró en 2020 un porcentaje de 22,1, cuando en el año anterior este ítem había sido de 17,2, incrementándose así en 4,9. Por departamento el índice pobreza extrema en el país fue de 5,5%.
La evolución de la población en situación de pobreza monetaria extrema en el Huila pasó de 208.383 personas en 2019 a 270.952 en 2020, incrementándose así en 62.659 personas y aportando a las cifras nacionales de pobreza 2,2%.
Coeficiente de Gini
Para el año 2020, el coeficiente de Gini para el total nacional fue 0,544; el año inmediatamente anterior había sido 0,526. Para el dominio de las cabeceras municipales, el coeficiente de Gini fue 0,537, frente a 0,505 presentado en 2019 y para los centros poblados y rural disperso, dicho coeficiente en 2020 fue 0,456, el mismo valor registrado en el año anterior.
El Dane destacó que, tal como lo advirtió el gobierno y otros organismos mundiales, los subsidios y las transferencias monetarias (PILA, ayudas existentes y pagos extraordinarios) evitaron que la pobreza monetaria creciera 3,6 puntos porcentuales y que la pobreza monetaria extrema aumentara 4,7 puntos porcentuales. De no haberse implementado tales políticas la cifra de pobreza hoy sería de 46,1 % y la de pobreza extrema de 19,8 %.
Cabe mencionar que, para la medición, el Dane tiene en cuenta dos componentes: el costo de adquirir una canasta básica de alimentos y el costo de los demás bienes y servicios esenciales como la vivienda, los servicios públicos o el vestuario.
Evolución de la población en situación de pobreza monetaria, por departamentos.
Para 2020, según los cálculos del DANE, la línea de pobreza monetaria nacional se estableció en un ingreso per cápita (por persona) de $332.000 mensuales, lo que significó un crecimiento de 1,2% respecto a la línea de 2019, que fue de $327.674. Es decir, que un hogar de cuatro personas tenga ingresos menores a $1,3 millones grupales. Mientras que la línea de pobreza extrema es de $145.004, cuando en 2019 era de $137.350, o $580.000 por hogar.
Se presentó un retroceso que hace acumular una mayor cantidad de población por debajo de la línea de pobreza monetaria extrema y también lleva a acumular una mayor cantidad de población por debajo de la línea de promedio nacional.
Con estas cifras, si un hogar está compuesto por cuatro personas, será clasificado como pobre si el ingreso total del hogar está por debajo de $1.326.725. Mientras que el valor es de $1.478.992 si la familia vive en las cabeceras.
Este valor se define con base al costo de una canasta básica de alimentos que garantice una dieta mínima de 2.100 calorías diarias junto a otros bienes y servicios también básicos.
El director del DANE, Juan Daniel Oviedo, explicó que, según la metodología de la entidad, un hogar se clasifica como pobre si sus fuentes de ingresos sumadas (salarios, rentas, pensiones, etc.) y divididas entre el número de miembros (padres, hijos, abuelos, que viven de ese presupuesto) es inferior a $332.000, y como pobre extremo si esa cifra es menor a $145.000.
Panorama regional y otras estimaciones
El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, hizo un balance sobre las estimaciones de pobreza en América Latina, resaltando que la Cepal proyectó un incremento de 3,2 puntos porcentuales (pps) en la incidencia de la pobreza monetaria en la región, pasando de 30,5% a 33,7%. En cuanto a la incidencia de la pobreza monetaria extrema, la estimación es que en 2020 la cifra llegaría a 12,5%, un aumento de 1,2 pps.
Con este panorama en la región, cabe resaltar que el Departamento Nacional de Planeación proyectaba que la incidencia de la pobreza monetaria sería de 42% a diferencia de 44,6% que se esperaba en caso de no haberse implementado los programas sociales en medio de la pandemia.
Los centros de pensamiento económico, según sus proyecciones, esperaban que la pobreza llegara a 42,6 % (Anif) o a 42,3 % (Fedesarrollo) o a 37,1 % (PNUD).
Finalmente, vale la pena recordar que para 2019, la pobreza monetaria fue de 35,7 %, mientras que la pobreza monetaria extrema llegó a 9,6 %. Ese año ambas aumentaron respecto a 2018, 3,4 % y 4,9 %, respectivamente.
