Por:
JOSE EUSTACIO RIVERA MONTES
Son 19 meses de gobierno de Gustavo Petro en el que nos hemos quedado en sus exquisitos discursos, llenos de semántica y fantasía, y muy poco en realidades. Aplaudí con alegría los encuentros una vez electo entre Petro, con Uribe, Rodolfo Hernández y el propio Germán Vargas Lleras. Un mensaje de un hombre demócrata que con el pasar del tiempo se fue desdibujando con sus continuos trinos desde X, y unos mensajes en los territorios que de ese hombre de consensos que quiso mostrar en un inicio no quedo en nada.
Desde otro punto y sin mezquindad quiero que el capitán de este náufrago gobierno le vaya bien por el bien de Colombia y los colombianos, pero la incertidumbre no para de crecer, ante un norte poco definido. Las obras que se han venido ejecutando en riesgo por el decreto de ajustes a los presupuestos de obras con vigencias futuras y compes presupuestales, tales como la concesión 4G Neiva- Pitalito- Mocoa- Santa Ana por 296 mil millones de pesos. Neiva- San Vicente, la vía La Plata – Totoro – Popayán, Colombia – La Uribe, el propio sistema estratégico de transporte entre otras, son estimados y ejecuciones de infraestructura estratégicos que están en riesgo de quedar sin presupuesto por un encaprichado decreto que al “plumazo” quieren dejar sin piso para el caso del Huila.
Un preocupante panorama para el departamento ante el poco avisoramiento de obras para el desarrollo de la región, tenemos en riesgo muchas de ellas que vienen en ejecución de gobiernos anteriores queden desfinanciadas o sin financiación. ¿en donde quedaran obras anunciadas por el gobernador y el alcalde de Neiva? El estadio Guillermo Plazas Alcid, la tan anhelada PTAR, La circunvalar del Oriente, entre otras determinantes obras para el desarrollo de Neiva. La bancada parlamentaria coja ante la ausencia de Tito Murcia, además de eso poco cohesionada ante estas determinaciones que nos perjudican y nos devuelven en la historia. Nuestros buenos congresistas hoy en la oposición. Difícil panorama desde la cámara baja y alta como ilusión de gestión para el desarrollo de nuestra tierra de promisión.
La inseguridad latente a lo largo y ancho de nuestro departamento, la extorsión pan de cada dia, y nuevamente los grupos al margen de la ley haciendo de las suyas, y con un pie de fuerza insuficiente que hace que nuestra fuerza pública se quede sin la mayor intervención en las zonas de mayor influencia de quienes hoy tienen amedrentados a los ciudadanos.
El castigo no puede ser electoral por el poco apoyo político desde la región, fue suficiente con la indiferencia de Iván Duque, que en infraestructura fue poca la gestión para nuestro territorio que hoy le pide al gobierno del cambio mayor representación e influencia para salir de la violencia y los malos años del conflicto que vuelven a refrescarse ante el poco apoyo institucional. Aquí necesitamos un gobierno generoso y ejecutivo que nos permita también vivir sabroso, pero con una verdadera mirada del presidente, Gustavo Petro.
