La ubicación estratégica de varios puntos de control y el empleo de las motorizadas móviles, impidió al narcotráfico llevar a su destino final un cargamento de marihuana cripy; en total 579 kilos fueron incautados durante la operación coordinada entre tropas del Batallón Especial Energético y Vial N.° 12 de la Novena Brigada y personal de la Policía de Tránsito y Transporte.
Los análisis a las rutas, horarios y a las distintas modalidades de camuflaje de las bandas criminales dedicadas al narcotráfico, llevaron a las unidades a instalar los puntos de control, realizando un candado estratégico para neutralizar las rutas de escape, transporte y distribución.
Tras la señal de alto a un vehículo particular, el conductor hace caso omiso al primer puesto de control, por lo que se activa la alarma que permite al segundo punto, cercar las rutas de salida e iniciar la persecución por vía terciaria.
Es así como en la vereda Sinaí del municipio de Tesalia, tras 30 minutos de persecución, el conductor llega a un punto sin salida, viéndose obligado a abandonar el vehículo y huir del lugar por una zona boscosa.
Siguiendo los protocolos de seguridad, el automotor es trasladado al municipio de Tesalia; tras el registro y empleando el binomio canino entrenado en labores antinarcóticos, se confirma la presencia de estupefacientes, los que venían ocultos en cajas metálicas, simulando equipos de soldadura.
En total fueron hallados 545 paquetes de marihuana cripy prensada, que arrojaron un peso de 579 kilos por un valor en el mercado ilícito de $868.500.000, dinero que tendría como propósito el fortalecimiento del Grupo Armado Organizado residual Dagoberto Ramos.
Según las labores de inteligencia, el estupefaciente habría sido adquirido en Belálcazar, Cauca, utilizando las carreteras del Huila como rutas de movilidad para su tránsito hacia el Putumayo y de allí hacia Brasil.
El estrecho vínculo institucional entre el Ejército y la Policía, ha consolidado grandes resultados en materia de narcotráfico, afectando ostensiblemente a estas estructuras, golpeando su musculo financiero y creando un cerco a todas sus redes de apoyo.
Las carretas del Huila seguirán siendo custodiadas, trabajando articuladamente para contrarrestar cualquier amenaza que se cierna sobre el Departamento.
