La Fiscalía ya radicó el escrito de acusación con el que será llamado a juicio en los próximos días el patrullero de la Policía Metropolitana de Neiva, Héctor Joel Urbano Perdomo, por el feminicidio de su compañera sentimental la enfermera Esmeralda Marín Hernández.
Es así, que Urbano Perdomo deberá enfrentar a la justicia por su presunta responsabilidad en el asesinato de la opita de 38 años. Por lo tanto, será acusado del delito de feminicidio agravado, cargo que le endilgó el fiscal en la audiencia de imputación, en donde no aceptó cargos manifestando el crimen como un supuesto suicidio.
Según se conoció la Fiscalía Quinta Seccional adscrita a la Unidad de Vida radicó el escrito de acusación en el centro de servicios judiciales donde se dispondrá quien será el juez del circuito con funciones de conocimiento que adelantará el juicio oral.
Cabe recordar, que el patrullero fue capturado el pasado 27 de septiembre de 2021 en la Estación de Policía de San Juan de Villalobos el departamento de Putumayo, en donde había salió trasladado de la Policía Metropolitana de Neiva.
Muerte de Esmeralda
El crimen de Esmeralda Marín, ocurrió el pasado 9 de diciembre de 2019, en el barrio Gualanday, norte de Neiva, en donde la enfermera fue hallada sin vida en extrañas circunstancias. En primer lugar, la muerte de la opita fue catalogada como un suicidio, pero, el dictamen de Medicina Legal determinó que Esmerada no se quitó la vida, sino que la asesinaron.
Igualmente, la necropsia demostró que Esmeralda fue brutalmente golpeada, ya que presentaba golpes en el cuerpo y en el rostro. A partir de ahí muchas dudas empezaron a surgir, pues otra de las evidencias que quedaron expuestas en el dictamen es que, el cuerpo de la neivana presentaba tres heridas en el cuello no propias de una soga y en la posición en la que se encontraba en el momento del levantamiento no era de un suicidio, pues para los expertos era ilógico que estuviera de rodillas, atada de manos, suspendida a una soga que no superaba los tres centímetros de grosor y sujetada a un tubo de aluminio que evidentemente no soportaría 57 kilos.
Estas evidencias que fueron recolectadas como: recolección de huellas dactilares, sumadas al resultado del fluido seminal y rastros de ADN en paredes y cuerpo de la mujer, dieron positivo para Héctor Joel Urbano, adicionalmente un último análisis practicado al cadáver y del cual esperaban ansiosamente el resultado, tiene que ver con la prueba epitelial, cuyo resultado tardó varios meses, que los restos de piel encontrados en las uñas de la mujer, pertenecen a su pareja sentimental.
Las recopilaciones de estas pruebas apuntarían a que Héctor Joel Urbano sería el principal sospechoso de este asesinato.