Pese a que solo hasta el próximo 25 de marzo se conocerá el monto de la pena impuesta al exmagistrado Francisco Ricaurte Gómez por su participación en el denominado ‘Cartel de la toga’, ya se convirtió en el exjurista de más alto rango condenado por ese entramado de corrupción.
Sin embargo, después de que el Juzgado 10 Penal del Circuito de Bogotá revelara el sentido del fallo en contra del extogado, este se presentó ante las autoridades pero no pudo ser detenido porque la orden de captura inmediata no estaba lista. Sin embargo horas más tarde se realizó el procedimiento.
Así lo dio a conocer el abogado de Ricaurte, quien el pasado martes pasado fue hallado culpable de los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio, tráfico de influencias y utilización de información privilegiada.
Pero está claro que en el expediente que se destapó en 2017 él no es el único implicado. También lo están los exmagistrados Leonidas Bustos, Gustavo Malo y Camilo Tarquino, así como el abogado Leonardo Luis Pinilla y el exfiscal Anticorrupción Luis Gustavo Moreno, sobre quienes pesan condenas y juicios en curso.
Sobre Bustos, quien en este 2021 reapareció ante los estrados judiciales tras más de un año de ausencia, luego de que salió del país, reposa una acusación por parte de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, que lo catalogó como el “cerebro” del ‘Cartel de la toga.
Según lo expuesto en la Comisión de Acusaciones, Bustos lideró el entramado de corrupción, por lo que pidió que se le declare indigno, para poder levantarle su fuero y demandarlo ante la propia Corte Suprema de Justicia, de la cual fue presidente.
“Claramente participó como cerebro de la organización criminal, dando a cada uno de sus compañeros tareas concretas. Era él quien decía a qué congresistas tenían que ir a buscar, qué les tenían que decir y se reunían en diferentes apartamentos para determinar cuáles eran los pasos a seguir”, se lee en un documento de la instancia investigadora del Legislativo.
Este extogado, involucrado igualmente en el ‘Cartel de la toga’, es requerido por concierto para delinquir, cohecho y tráfico de influencias en servidor público, delitos por los cuales lo enjuiciará el alto tribunal.
Así está sucediendo con el también exmagistrado Malo, quien está privado de la libertad y pidió ante la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte el cambio de dos de sus jueces, pese a que se ha pedido celeridad en el proceso en su contra.
En su caso, está acusado de concierto para delinquir, cohecho propio, prevaricato por acción, prevaricato por omisión y utilización indebida de asuntos sometidos a reserva.
Malo fue apartado de su cargo en el 2018, luego de que el Congreso declarara su presunta responsabilidad en los sucesos de los que fue acusado y se le retirara los beneficios que tenía como jurista, tales como su esquema de seguridad y su salario.
Respecto del exmagistrado Camilo Tarquino, también expresidente de la Corte Suprema, fue acusado formalmente ante un juez por el delito de concusión por hechos que ocurrieron entre septiembre y octubre de 2014, mientras fungía como abogado.