DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Por: Rolando Monje Gómez
Durante junio se presentó un crecimiento de 13%, con un comportamiento mixto en las principales actividades productivas y en relación con el mes anterior, los sectores de energía, minería y agricultura se expandieron a una mayor velocidad, señala el informe.
Este resultado es frente al mismo periodo del 2020, cuando al comienzo de la pandemia la economía experimentó una fuerte caída que marcó una baja base de comparación, la cual ha contribuido a la aceleración reciente de las variaciones anuales.
Además de este efecto estadístico, los indicadores revelan que en los últimos meses la economía ha ganado tracción, superando los escenarios que preveían una marcada afectación por cuenta del paro nacional y los bloqueos.
Por el contrario, se evidenciaron en junio tasas de avance más moderadas en servicios profesionales, recreación, industria y construcción. El comercio y la administración pública, que son las actividades que tienen una mayor participación en el PIB, presentaron un avance estable entre mayo y junio.
La tendencia alcista que se observó en los cambios interanuales, en particular durante abril, se ha moderado paulatinamente, debido a que el punto más bajo de la contracción de 2020 se ha venido dejando atrás.
Durante las últimas semanas los indicadores de movilidad han repuntado de forma importante, como resultado de la reapertura de la economía, sumado a esto el levantamiento de las manifestaciones y los bloqueos, resultando que la actividad productiva se sigue expandiendo en estos momentos a tasas de dos dígitos.
A pesar del indicador de junio, la tasa de crecimiento anual se desaceleró frente a lo estimado en el mes previo, 17,3%. Tal comportamiento se explica porque durante el mes anterior el efecto de una baja base de comparación fue menos pronunciado que en mayo. Se estima que el valor absoluto de la producción agregada repuntó de un mes a otro. En junio se recuperó una parte importante de la afectación que tuvo lugar como consecuencia de los bloqueos y las manifestaciones de las semanas previas.
Por cuenta de la contracción del inicio de la pandemia el cambio anual de la actividad productiva ganó velocidad de forma significativa en marzo y la primera parte de abril. En la segunda mitad de dicho mes la aceleración perdió fuerza, en respuesta a las medidas de control sanitario implementadas en diferentes ciudades. El avance se dio aún el repunte en el número de casos y fallecimientos por covid-19, cifras que son consistentes con un crecimiento esperado para 2021.
Las estimaciones de actividad económica en periodicidad diaria sugieren que el paro nacional y los bloqueos en diferentes partes del país, combinados con la tercera ola de contagios por covid-19, han traído consigo una desaceleración de las tasas de crecimiento anual. Luego de alcanzar el máximo en marzo, la economía colombiana se ha visto inmersa en una tendencia de debilitamiento en lo que va del segundo trimestre del año.
La extensión de la tercera ola de contagios junto a la incertidumbre fiscal, llevaron a un deterioro mensual del mercado laboral más importante en abril que lo observado durante la segunda ola de contagios en enero.
El índice NowCast Bancolombia en su serie original presentó una variación anual de 15,7% en el periodo marzo-mayo de 2021. Esta cifra se registró luego de que en el trimestre móvil previo (febrero-abril) la actividad lograra un crecimiento de 10,7%.
Indicadores
Marzo ha sido el mejor mes en lo que va de 2021 con una variación anual de 1,8% frente al mismo mes de 2019. En abril las cifras fueron más lentas que las de enero, mientras en mayo se alcanzó el mínimo de lo que va del año.
El PIB sorprendió positivamente durante el primer trimestre de 2021, al crecer 1,1% anual, resultado que implicó que la actividad productiva se expandió a un ritmo desestacionalizado de 2,9%. Así, el PIB se ubicó en un nivel desestacionalizado solo 0,7% inferior al del último trimestre del 2019, el periodo histórico referencia precovid.
La variación anual corregida estacionalmente pasó de 23,1% en abril (revisada al alza desde 19.4%) a 11,5% en mayo. Si se considera el valor de la producción relativo a sus niveles previos a la pandemia (tomando diciembre de 2019 como periodo de referencia), vemos que durante los dos meses anteriores se presentó un declive significativo.
De esta manera, la tendencia de aumento en el nivel absoluto de actividad económica que imperó desde septiembre de 2020 hasta el 1T21 ha dado paso a un marcado retroceso en el segundo trimestre.