Diario del Huila, Crónica
Por: Juan Manuel Macias Medina
Frente a las instalaciones del Cementerio Central, acampan Marly, Miriam y Pilar, tres de las cerca de 10 floristas que, por más de 30 años, han decorado con flores de todos los colores, el lado oscuro de la vida: la muerte. La crisis por la emergencia que está atravesando el planeta, según ellas, las tiene al borde del colapso.
“Algunas de nosotras llevamos más de 30 años en este sitio vendiendo flores, pero nunca nos había tocado una época tan difícil como ésta. No sabemos qué hacer con esta situación, ni para comer nos alcanza”, manifestó Pilar Dussán, comerciante de flores en el Cementerio Central.
Con gran preocupación, Pilar que lleva más de la mitad de su vida en la calle 21, ofreciendo flores a los visitantes del cementerio, desde hace algunos meses, no tiene otra opción que sentarse frente a su “segundo hogar”, a esperar que las medidas que tomen los políticos, por fin estén a su favor.
“Este es mi segundo hogar, yo llevo más de la mitad de mi vida vendiendo flores, la pandemia nos tiene jodidos, no sabemos qué hacer para poder llevar comida a la casa, es muy poquito lo que se vende en este tiempo, pero no podemos hacer más, tenemos que esperar a que los políticos nos abran de nuevo el cementerio porque si no, no sé qué voy a hacer”, resaltó con angustia la vendedora.
El oscuro panorama de las flores, ha ocasionado que más del 50% de los locales que han funcionado por varias décadas, hayan tenido que cerrar, pues no se justifica ir todos los días a vender algunos ramos de flores, que, según las comerciantes, no dejan ni para el transporte.
“Más de la mitad de los locales cerraron porque no hay cómo trabajar, muchas veces no se hace uno ni lo del transporte, entonces es difícil, por eso algunos no abren todos los días, no se justifica”, agregó la comerciante, mientras atendía a un transeúnte.
La costumbre las hace ir
Debido a que llevan más de 30 años trabajando en este tradicional sitio de la capital del Huila, las vendedoras expresaron que es casi imposible alejarse del lugar que, durante décadas, les ha brindado la oportunidad de alimentar a sus familias.
“Las que estamos acá venimos porque no tenemos qué más hacer, además, es difícil cerrar y dejar de venir acá, el cementerio nos ha dado para comer y para darle de comer a la familia por muchos años, no podemos ser desagradecidas”, enfatizó Míriam, mientras sonreía a pesar del difícil panorama que están atravesando ella y sus compañeras.
Tres horas a la semana
Aunque difícil de creer, las comerciantes solo tienen tres horas a la semana para subsistir durante los siete días, pues es el tiempo en el que se permite que las personas visiten a sus seres queridos en el legendario lugar.
El lunes de 2:00 p.m. a 5:00 p.m., es el único espacio de tiempo que las comerciantes pueden regresar, así sea por un momento, a los generosos días que antecedían a la pandemia del Covid – 19, en donde, según ellas, las ventas eran hasta 10 veces mayores a las actuales.
“Los lunes todos vienen porque es bueno, tenemos tres horas para vender y nos va bien, pero con eso tenemos que mirar a ver qué hacemos el resto de la semana”, manifestó Marly Casanova, quien es, quizá, una de las vendedoras más jóvenes del cementerio.
¿A quién le venden?
La situación del comercio de las flores, se asemeja al tono grisáceo de las paredes del lugar, pues no hay visitantes, lo que indica que, para ellas, si hay algo que comer, es pura “gracia de Dios”.
“Nosotros venimos y no hay gente que pueda entrar al cementerio, le vendemos a las personas que pasan y quieren llevar un detalle a su casa o a la pareja, de resto no hay a quién venderle”, sostuvo con gran preocupación Marly.
Complot administrativo
A la crisis por el coronavirus que ha provocado que el cementerio cierre sus puertas durante más de seis días a la semana, se suma lo que, según las vendedoras, es un complot que perjudica el comercio de las personas que han hecho de los fallecimientos, una oportunidad para vivir.
“Tenemos un problema porque el administrador del cementerio no nos colabora en nada, lo único que ha hecho es perjudicarnos. Él vende adentro cosas que varias personas venden, entonces todo lo quieren para ellos, no tienen en cuenta que hay muchas personas que necesitamos comer”
Así mismo, las floristas dejaron ver que la administración del Cementerio Central, no tiene una buena comunicación con el comercio de las flores, pues según ellas, quienes ocupan los puestos del popular sitio, son esquivos y no comunican las problemáticas que tienen a las autoridades municipales.
“El señor Arbey es el administrador del Cementerio Central, pero él no nos escucha, no comunica lo que nosotros queremos que las autoridades sepan, entonces no sabemos qué es lo que hace porque solo lo vemos cuando llega y cuando se va, necesitamos que esté más pendiente de lo que nosotros solicitamos, porque así como ellos, nosotras también necesitamos”, exigieron reunidas las floristas.
La administración contestó
La administración del Cementerio Central, comunicó que por la emergencia del Covid – 19, no ha sido posible que el ingreso de los visitantes se dé a diario, pues allí, son sepultadas personas que fallecieron a causa del coronavirus.
“Nosotros nos regimos a las normas que nos dé la Secretaría de Salud y el padre que está encargado del cementerio, nosotros como administración cumplimos esas reglas. Entendemos que las medidas se toman porque aquí se entierran personas que dieron positivo para Covid, además, no se pueden permitir las aglomeraciones”, sostuvo el administrador del establecimiento.
Exigencias a la administración
Las estrictas medidas que se han tomado en el Cementerio Central, son excesivas en opinión de las vendedoras de flores, pues según ellas, se podría dar apertura durante más días a la semana debido a que el lugar, no es un foco de contagio.
“Necesitamos que el Alcalde y la Secretaría de Salud, entiendan que las medidas tomadas no son necesarias, la gente no viene a visitar a los seres queridos todos los días, desde antes de la pandemia había distanciamiento, aquí no hay aglomeraciones, necesitamos que nos reabran así sea solo para visitas”, indicaron las comerciantes de flores.