Del 26 al 28 de enero de este año tuvo lugar este seminario del título, de trascendental importancia para el mundo voluntario, con participación de la institucionalidad y de la sociedad civil que representa el voluntariado de países como : Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú con asistencia de voluntarios de otros países latinoamericanos. También participaron los delegados de ONU Voluntarios en nuestros países. El evento se realizó con el apoyo de France Voluntaires que representa al voluntariado francés que opera en alianza estratégica de la sociedad civil y el gobierno de Francia; en este escenario, por primera vez la fuerza voluntaria Latinoamericana se dio cita para reflexionar sobre la cultura del voluntariado y las diferentes, visiones, modelos y tendencias, analizar el nivel de desarrollo alcanzado por el voluntariado en cada uno de los países participantes, compartir saberes y experiencias innovadoras y dignas de replicar, y, ante todo, crear lazos de unión y solidaridad entre los países, en defensa de la paz, la justicia y la inclusión.
Más oportuno no pudo ser este formidable encuentro de voluntades, dada la situación que vive el mundo ante esta nueva realidad, que clama a gritos la solidaridad como opción de vida, y en demostración de que los voluntarios somos personas que hemos dejado de lado las opiniones, las quejas y hasta las propuestas y en su lugar hemos tomado acción.
El panel sobre la cultura del voluntariado, nos mostró la diversidad de enfoques y concepciones del voluntariado, pero que todos convergen a un mismo propósito: rescatar la dignidad del ser humano, la justicia social, la equidad e inclusión y la democracia participativa, siendo siempre el hombre el sujeto de derechos.
La representante de la ONU nos ilustró ampliamente sobre el marco normativo de declaraciones, resoluciones y directrices de la ONU dirigidas hacia los países integrantes, todos orientados a fortalecer el voluntariado; en cuanto a los países de Latinoamérica, cada uno dio cuenta de su situación frente al Estado, desde el Perú en que el voluntariado es un proyecto del gobierno y su accionar es dirigido desde un Ministerio, pasando por Colombia que cuenta con reconocimiento respaldado por la ley y su Decreto reglamentario que creó nuestro Sistema Nacional de Voluntariado, pero que funcionamos autónomamente como organización de la sociedad civil, hasta el Paraguay que viene en esfuerzos incipientes y Ecuador que lleva años de lucha buscado el reconocimiento ahora está a un paso de lograrlo.
Cada país mostró modelos innovadores y creativos de trabajo voluntario en América Latina, como: Escuela de Voluntariado, modelos de procesos de capacitación y formación, diversidad de redes de voluntarios, experiencias estas orientadas al fortalecimiento de las capacidades de los actores del voluntariado y ejemplos de nuevas solidaridades.
Los dos talleres sobre: como fortalecer el voluntariado en América Latina y como construir redes sostenibles de voluntariado en Latinoamérica, con representantes de los países, diagnosticaron la realidad actual y definieron prioridades y metas comunes a alcanzar, como la promoción del empalme generacional que involucre niños, jóvenes y universitarios y otras prioridades que tendremos oportunidad de socializar más ampliamente. Basta destacar el propósito común de crear la Red Latinoamericana de Voluntariado como una forma organizativa que promueva, a través de una organización horizontal y de un intercambio dinámico entre los países miembros, espacios de interacción y concertación dirigidos a la búsqueda de propósitos comunes y a la potenciación de los recursos humanos, físicos, financieros, tecnológicos e institucionales que posean sus integrantes. No olvidemos que: ” La solidaridad siempre encuentra el camino ” y, “Seamos aquello que queremos ver”.