Por: José Eliseo Baicué Peña
No es un secreto que después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 el mundo cambió. Las nociones de seguridad, economía, trabajo, transporte, tecnología, vivienda, producción intelectual y educación, entre otros aspectos, cambiaron sustancialmente. Y siguen cambiando.
Los países experimentaron un giro brusco en sus mentalidades misionales y crearon estrategias para ir a la par de la vanguardia del momento y procurar no quedar rezagados respecto de los pioneros del desarrollo.
Son muchos los cambios en cada uno de los aspectos de la vida que hemos experimentado los habitantes del planeta.
De entre todos esos cambios, quiero referirme hoy al acabose de la mayoría de revistas que nos deleitaron durante muchas décadas. Publicaciones como Cabio, Poder, Número, Deporte Gráfico, Muy Interesante, y muchas otras desaparecieron de un tajo.
Por supuesto, que hay que decir que las revistas surgieron muy ligadas a la prensa y a su inusitado auge desde mediados del siglo XX en nuestro país.
Debo confesar que el amor por la lectura no surgió en la escuela, sino, con la separata de El Tiempo, llamada Lecturas Dominicales. Historietas como Pancho y Ramona, Mafalda, Dick Traicy, Benitín y Eneas, Lorenzo y Pepita, y otras más, eran esperadas ansiosamente cada domingo para introducirme en un mundo que se mostraba fascinante y diferente desde lo gráfico, creativo y humorístico. Qué momentos más agradables conviven en mí ser.
Y aunque hoy haya más documentos para leer, básicamente de manera digital, no cambio el placer de oler y escuchar las hojas del papel impreso más su fascinante compañía.
Por supuesto, que bienvenida la tecnología y el desarrollo de la ciencia. Es sencillamente sorprendente su avance.
No hay que desconocer que la pandemia del coronavirus contribuyó al cierre de muchas de estas publicaciones y a un sin número de actividades del mundo actual.
Ojalá, no se cierren más revistas y se actúe para que las pocas que existen, continúen llegando a los lectores y haciendo más grande y ameno el placer de leer.
Selecciones, una espectacular revista aún circula afortunadamente.
Buena lectura mis lectores.
