Un profesor de la Universidad Nacional de Colombia me dijo que si en estos tiempos resucitara una persona que murió hace 100 años, se sorprendería de los bruscos cambios tecnológicos, culturales, políticos, urbanísticos, ambientales, y de valores que hoy tiene el mundo.
Y, que lo único que no le sorprendería, sería el modelo de educación existente. Pues, vería que está el mismo escenario cuadrado del salón, el mismo tablero, sólo, que ya no es verde, sino blanco y en acrílico, y que la tiza fue reemplazada por marcador; la misma figura del profesor al frente de un grupo de estudiantes, antes tenían un pequeño escritorio, ahora ni siguiera eso; el mismo modelo impositivo de currículos y líneas temáticas, antes había cívica, urbanidad, valores, principios; y los mismos patrones de evaluación.
La irrupción de esta pandemia ha obligado al mundo entero a cambiar y a adaptarse a nuevos cambios en todos los campos, desde la salud hasta la agricultura.
Claro, que también, está generando cambios en la educación. La virtualidad se ha convertido en el medio más inmediato para que la educación pueda cumplir su misión. Que sea eficiente o no, es otro tema a tratar. Aunque hay que decir que se han evidenciado muchas falencias en este modelo educativo.
A todo esto, se le suma la pésima remuneración de los docentes, las adecuaciones físicas de las instituciones, los desactualizados laboratorios, las insuficientes bibliotecas, los presupuestos pírricos, la incompleta cobertura y las pocas garantías de permanencia y graduación.
Y, mientras se van disminuyendo las cifras de víctimas del Covid, están surtiendo otras críticas situaciones la afectación a la salud mental de niños y jóvenes, el crecimiento del desempleo, una frágil economía, y hasta desabastecimiento de supermercados y de mercancías varias en entidades de comercio.
Es urgente invertir ya en potenciar todos los ejes de la educación. Es el momento de dinamizar inversiones a mediano y largo plazo, de tal manera que permita convertir la tercera década de este siglo en un periodo de crecimiento social.
Hagámoslo. Todos los riesgos por la educación.
