Luis Humberto Tovar Trujillo
No queda otra alternativa viable. No sigamos siendo bobos útiles, idiotas útiles de la clase política tradicional, que han entendido que este escenario de la actividad política, es el habilitado para llegar, quienes, de alguna manera, no han sido capaces de sobrevivir, distinto a utilizar ese escenario para estafar, y en términos generales, delinquir.
Nadie más ilustrado que Agustín Laje, para sintonizarnos en esta realidad, la “Generación Idiota”.
Según el autor, “las ideologías centradas en la adolescencia del siglo XXI están en auge. Como resultado, los adolescentes están gobernando el mundo”.
En la batalla cultural, hace unas reflexiones críticas para una nueva derecha “un manifiesto que informará, animará y facultará – a los que él llama, “guerrilleros culturales” – para no bajar los brazos en la batalla que sigue perjudicando a nuestras familias, y a la sociedad en general”.
En el mundo actual, la sociedad y la cultura cambian a gran velocidad. La voluntad de dirigir esos cambios está en la base de las batallas culturales que hoy se viven en todas partes.
En el concepto de batalla cultural, muestra hasta qué punto la cultura ha llegado a ser el botín principal del poder, cómo se han desarrollado estas batallas desde los tiempos modernos hasta la actual posmodernidad y cómo enfrentarlas.
La actualidad en la política colombiana, no es mas que el resultado de los usos y abusos, unos descarados, otros no tanto, hoy legitimados por las expresiones traídas de sus cabellos de Francia Marques, en su reciente aparición, en la mas descarada ruindad moral jamás conocida.
Expresiones como “de malas”, y otras adicionales, donde antes que demostrar que procede como lo afirma, “de una familia humilde”, pero pareciera que le lavaron la cuna, porque de todo tiene, por el contrario, es agresiva, resentida, con total complejo de inferioridad, mucho tiene que ver con Laje, sobre egocentrismo adolescente, que rige el mundo actual.
“Rigen la forma de la cultura, estructuran la forma de la política, inspiran los cambios de nuestro lenguaje, imponen sus preferencias estéticas y dominan el imaginario postindustrial y el sistema de consumo. Las instituciones básicas, como la familia, también están fuera de lugar en estas generaciones adolescentes”.
De todo esto, debemos convertirnos en verdaderos “guerrilleros culturales”, para no bajar los brazos en la batalla que sigue perjudicando a nuestras familias, y a la sociedad en general”.
Es el gran reto de la Nueva Derecha, empezar por salir de la idiotez política, hay que buscar verdaderos patriotas que defiendan la familia y la sociedad, no que se lucren con ellas.