Diario del Huila

“Eso no fue un error militar, fue un falso positivo”

Ene 9, 2023

Diario del Huila Inicio 5 Investigación 5 “Eso no fue un error militar, fue un falso positivo”

Neira Yolani Alvira, hija de Arquímedes Alvira Lemus y hermana de Reinel Alvira, asesinados por el Ejército, enfatizó: “Yo digo, así como tuvieron las agallas de asesinar a mi papá, ¿por qué no tienen las agallas de dar la cara?”.

DIARIO DEL HUILA, NEIVA

Por: Carlos Andrés Pérez

Recientemente el Tribunal Administrativo del Departamento Archipiélago de San Andrés, sentenció al ministerio de Defensa y el Ejército a pagar una cuantiosa suma por el asesinato de Arquímedes Alvira Lemus y su hijo Reynel Alvira Pizo en zona rural de La Plata (Huila).

Además ordenó a esta entidad presentar excusas públicas por haber cometido este crimen. El evento simbólico de reparación moral se dio hace unos días en el parque de este municipio, y no en la vereda donde ocurrieron los hechos, como lo pidió la familia.

Una tutela interpuesta por su hija Neira Yolani Alvira, los obligó a cumplir con esta sentencia. Ella quedó inconforme, y ahora cuenta en exclusiva a Diario del Huila, detalles de las negativas del Ejército a sus peticiones.

DH: Retomemos un poco lo que fue ese hecho. Ocurrió fue en el 2007, ¿cierto?

Neira: Sí, fue el 23 de febrero de 2007.

Bueno. ¿Usted qué recuerda de ese día?

Pues mi papá y todos nosotros trabajábamos en el campo. Ese día, al medio día, él se vino al pueblo (La Plata) a hacer unas diligencias porque estaba pendiente de un crédito. Además iba a comprar algunos víveres para llevar a la finca.

En la casa paterna del pueblo estaba mi abuela y mi tía. A eso de las 5:30 p.m. ya llegando a la casa, recibió una llamada en el celular de mi hermano. Le dijo a la hermana que él se iba para el parque a encontrar con Luis Falla. Eso es lo único que sabemos de ese día, porque después de encontrarse con él nunca más regresó a la casa.

Al otro día nos llamaron para hacer reconocimiento de los cuerpos que estaban en la morgue. Mi mamá, al día siguiente tenía una cita médica y ella también bajó al pueblo, ellos siempre bajaban a la casa paterna de mi papá. Mi abuela le dijo que por qué no iba a mirar donde estaba mi papá, porque él no había llegado a dormir. Mi mamá fue a buscarlo donde él se sabía meter a tomar-porque le gustaba el licor-, pero no lo encontró por ningún lado. Mi abuela estaba desesperada. Fueron a la estación de Policía pero les dijeron que aún no podían porque tenían que haber pasado un número de horas. Incluso mi mamá fue donde Luis Falla, pero él no estaba, estaba era la esposa, allá pidió el número de él para llamarlo y saber si sabía algo de Arquimedes, mi papá. Pero él le dijo que no sabía nada, que con él no había hablado.

¿Finalmente pudieron ver los cuerpos?

Pues había ido mi hermana y una tía, cuando llegó mi mamá no la dejaron entrar. Lo que dijeron es que estaban en una situación terrible.

¿Qué les dijo la Fiscalía?

La Fiscalía comenzó a llamar a Luis Falla, porque si era la ´última persona que había visto mi papá. Según la Fiscalía andaban en la búsqueda de Luis Falla, pero para mí eso es falso porque han pasado 15 años y nada.

¿Qué pasó con Luis Falla?

A los dos meses de haber matado a mi papá, asesinaron a Luis Falla.

Él también fue un ‘falso positivo’

No, el señor salió asesinado. Yo como hago parte de la JEP, y estamos en este proceso de paz, me he encontrado con militares que me dicen que realmente el que lo sacó (a mi papá) fue Luis Falla, y que el mismo Ejército mató a Luis Falla porque era el testigo clave.

¿Y cómo saben que el Ejército mató a Luis Falla?

Porque en unas declaraciones de un militar, yo le pregunté si conocía a Luis Falla, y él dijo que Falla trabajaba para la inteligencia del Ejército. Era esa persona que andaba en la calle haciendo investigaciones, tratando de engañar la gente para dar a ellos unos resultados. Él dice que cree que fue el Ejército que lo asesinó, porque a él le habían dicho que se retirara de Luis Falla. Dijo que había tomado la decisión de alejarse. Y uno dice pero quién lo asesinó, pues el Ejército.

¿Luis a qué se dedicaba?

Él trabajaba en el pueblo. Nosotros lo sabemos por versiones de la misma familia que decía que el Ejército le prestaba motos, a veces él se iba con el Ejército. Lo único que se sabía es que el Ejército iba mucho a buscarlo a él. Nosotros sabíamos que él iba y venía pero lo que no sabíamos era que él trabajaba haciendo matar la gente.

Ese sábado la Fiscalía llamó a Luis y le dijo que se presentara pero él les dijo que no estaba en La Plata. Él no se presentó, y la esposa de ver que él no se presentaba fue a buscarlo a Garzón; cuando la esposa llegó allá él le contó todo a la esposa, todo lo que había pasado.

Ellos se sentían muy avergonzados, sobre todo la mamá de falla, pues nosotros campesinos; y mi mamá con todos esos niños menores de edad, porque, inclusive, el que se murió era menor de edad. Ella se sentía así, pues saber que por culpa del hijo habían asesinado dos personas.

¿Después de que se supo de la muerte de su papá, ustedes qué hicieron?

Pues lo primero es que no conocíamos nada de las leyes. Todos asustados por lo que había pasado, atemorizados. Como al mes llegó un abogado. Dimos un poder e inició todo. Ahí fue cuando nos enteramos que solo era lo administrativo, peso eso no es justicia.

¿Para ustedes qué no es justicia?

Es que tantos años que la Fiscalía tuvo ese caso y no habían investigado, ni nada. Había un menor de edad; hoy uno va a investigar qué han hecho y no han avanzado nada. No hay responsabilidad penal, imagínese 15 años y todavía están peleándose una competencia y todavía la tiene la Justicia Penal Militar. ¿Dónde está la justicia? Será porque somos campesinos, porque no tenemos plata. Uno se queda en veremos, la justicia en Colombia no sirve para nada.

¿Qué pasó con el proceso administrativo?  

Pues bien porque el abogado sí vino, entonces fue cuando comenzó la investigación. Él vino acá, estuvo hablando con la familia. Ahí fue cuando los llamaron a declarar. La comunidad dijo que en se lugar no hubo combates, “eso fue unos poquitos tiros y no fue más lo que se escuchó”, dijo. Cuando los militares llamaron a la comunidad al otro día para que reconocieran el cadáver, nadie lo conoció porque mi papá no era de esas regiones. Un señor que vivía ahí cerca dijo: yo he vivido toda la vida acá y no escuché ningún combate, fueron como cuatro tiros y no fue más.

Una niña que iba a estudiar dice que los dos cuerpos estaban juntos. Ya estaba a punto de amanecer. Sin embargo, cuando le hicieron el levantamiento uno estaba acá y el otro estaba allá. Es decir, los cuerpos ya habían sido movidos.

A raíz de la muerte de ellos ¿cómo fueron esos días posteriores a los hechos?

Miedo, la familia se destruyó total. Mis hermanos que eran menores de edad, empezaron a consumir licor, nadie los podía controlar, se comenzaron a ir de la casa. Dejaron a mi mamá solo con los dos pequeños. Mi otra hermana también se fue. Mi mamá quedó con la niña pequeña que tenía como dos añitos y el otro de cinco añitos. Somos seis hermanos.

La familia entonces se dividió…

Sí. Estábamos pasando una situación económica difícil. Entonces ellos, mis hermanos se dedicaron a trabajar. Eso destruyó totalmente la familia. Luego, con el paso del tiempo recapacitamos todos y nos reunimos en la finca a ver qué podíamos sacar adelante. Hoy es una finca productiva, y buscamos mantener la memoria viva de él al trabajar la tierra.

Bueno, y en lo que tiene que ver con la reparación administrativa, ¿usted estuvo de acuerdo con esta decisión?

Uno a veces se equivoca. En este momento el abogado, como que ya ganó el proceso, dijo yo ya lo gané y pues a él no le interesaba nada más. Lo del acto de reconocimiento fue una lucha con la Comisión Justicia y Paz, es una organización de Popayán, yo les dije a ellos que ya me preocupaba porque yo no sentía el apoyo del abogado y yo quería que el acto de reconocimiento se hiciera. Era como la oportunidad que ellos restauraran el buen nombre de mi papá y de la familia, de que pidieran excusas públicas, porque eso ni siquiera es un perdón.

Me sentí vulnerada de mis derechos, pues pese a que era una sentencia, el Ejército como que no me quería escuchar. Ellos tenían plazo hasta mayo del año pasado hacerlo, pero ellos no lo habían hecho. Yo quería que ellos lo hicieran en la comunidad, pero dijeron que allá no iban. Yo les dije: entonces háganlo donde fueron los hechos, allá en Belén, donde tuvieron las agallas de asesinar a mi papá. Entonces dijeron que no porque allá era muy inseguro y que la vida de ellos corría riesgo. Entonces a lo último se tomó la decisión de que se hiciera en el parque.

De todas formas eso fue limitado porque no más dieron permiso para que asistieran 50 personas. Yo les decía: pero es que 50 personas ni siquiera es mi familia. Mi familia vienen siendo como 100 personas (entre primos, tíos, abuelos etc.). El día del evento ellos dijeron este sí, este no. A mí me pareció una cosa tan fea. Para que lo pasaran al periódico, ellos tampoco lo querían hacer. A mí me tocó pasarles un derecho de petición acompañados de la organización, también una tutela, y a través de la tutela fue que hicieron el acto simbólico.

Yo digo, así como tuvieron las agallas de asesinar a mi papá, ¿por qué no tienen las agallas de dar la cara? Eso no fue un error militar, fue algo planeado, fue un falso positivo.

El reconocimiento simbólico se hizo el 14 de diciembre del año pasado. Incluso las excusas que presentaron en el periódico, ¿por qué ellos no lo hicieron en primera plana? Como les dije, cuando ustedes hicieron el asesinato, dijeron que el Batallón no sé qué dio de baja a unos guerrilleros. Ahora lo publicaron bien escondido como para que nadie lo vea.  

Se supone que ellos son una entidad para cuidar la vida de nosotros, ahora cómo va a ser que ellos van a violar los derechos humanos, incluso de un menor de edad.

Yo la verdad quedé muy inconforme con el acto simbólico, porque fue una pelea. Uno entiende que las personas que les toca hacer la representación de la entidad son otras, los que cometieron el crimen algunos están libres, otros pensionados. Mientras tanto mi familia todavía sigue su vida. Con esa sentencia que se ha ganado no nos devuelve nada, porque la vida de mi papá y mi hermano no vale eso, y no eso no nos van a devolver la vida ni la paz de nuestro hogar y nuestra familia.

Tal vez te gustaría leer esto

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola, bienvenido(a) al Diario del Huila
¿En qué podemos ayudarte?