Diario del Huila, Ciudad
Por: Hernán Guillermo Galindo
La ocupación de andenes y vías por vendedores es un dolor de cabeza para las personas y las autoridades que responden con operativos y campañas pedagógicas, pero puede más la necesidad, el rebusque y la crisis económica aumentada por la pandemia.
Ya en el mes de julio Diario del Huila en su atención a la comunidad publicó una nota en la que se hizo referencia a la ocupación abusiva del espacio público de Neiva, especialmente de andenes, aunque también ocurre en las vías.
El panorama no ha cambiado de ese tiempo a acá y los ciudadanos ven cómo van perdiendo los espacios frente al comercio formal e informal con la crisis económica aumentada por la pandemia y sus encerramientos, que aumentaron dramáticamente las cifras de desempleo de la capital Huila.
El problema se observa no sólo en el centro de la ciudad, en donde hay sititos críticos, con mayor relevancia después de las 11 de la mañana, como en la carrera quinta, vía peatonal, desde la calle octava hasta la avenida La Toma.
“Se ha incrementado y desbordado las ventas callejeras en las tardes y noches. Y de repeso los restaurantes y bares situados en el camino invaden el andén con mesas sillas y parlantes sin ningún tipo de reparo”, comenta Liceo Motta, que habita el edificio Real, y tiene que soportar el suplicio como vecino.
“Esto aquí es tierra de nadie”, sostiene José Bonilla, residente en cercanías al monumento a Los Potros, cerca al Camellón de la 14, vía de alta actividad comercial de toda clase.
“Ya es habitual la música a todo volumen y cuando menos piensa uno el tropel y las peleas”, agrega.
La ley del abuso
Los inmuebles y almacenes del sector comercial que están sobre el microcentro poco a poco se están tomando el espacio para el peatón, es la queja general de personas consultadas, que transitan ocasionalmente o son residentes de la zona.
En julio, como dijimos, se dio a conocer la preocupación que quedó en evidencia la manera como carros particulares, motos e invasiones de todo tipo se han venido adueñando de un entorno que les pertenece a los ciudadanos.
“En las comunas y en los barrios el panorama no es distinto teniendo en cuenta que la informalidad se ha puesto al orden del día. Cada quien busca cómo conseguirse el sustento para sus familias”, expresó el edil Felipe Cedeño, de Cándido Leguizamo, uno de los barrios más impactados por el creciente desorden urbanístico y del uso del suelo.
Múltiples negocios en esta zona de la ciudad invaden el espacio que debe corresponderle al ciudadano que transita a pie por el sector, sobre todo los almacenes y talleres de motos que sacan estos vehículos y obstruyen su paso.
“Por aquí en los alrededores del estadio por las noches prolifera toda clase de ventas informales, sostiene Gladys Suarez”, una joven que sale a hacer deporte como parte de su entrenamiento diario, cerca al escenario del Guillermo Plazas Alcid.
“Es bueno que la gente tenga oportunidad de trabajar, pero también es bueno que haya controles”, agrega.
¿Qué dicen las autoridades?
La directora de espacio público de Neiva, Salomé Bahamón, en atención a Diario del Huila y a los requerimientos de la ciudadanía, responde y dice que como espacio público son los encargados de lo que es pedagogía, educación y proyección de la ciudad en temas de espacio público y para esto tienen varios programas.
“El primero son operativos de recuperación de espacio público y se inician por denuncias de los ciudadanos. Esto no es muy frecuente y por eso en muchos casos somos los últimos en enterarnos, la gente se queja, pero no denuncia”, responde, y a continuación informa cómo proceder:
“Se pueden dirigir a la oficina de Espacio Público que queda cerca a la sede del Concejo en la calle 14 con 1G. o a través de los correos de la Alcaldía. Allí explican qué es lo que está pasando y cómo los afecta e indican el tipo de ayuda que necesitan e inmediatamente tendrán una respuesta”
“Otra alternativa es dirigirse a la dirección de Justicia Municipal en donde están los inspectores de policía que si cumplen funciones sancionatorias. Pueden imponer los correspondientes comparendos a los infractores e invasores del espacio público en la ciudad”, explicó la funcionaria.
Agrega que son funcionarios competentes los que a diario tienen contacto con los vendedores informales al igual que con los comerciantes formales para advertirlos de no incumplir la normatividad.
“Las intervenciones se hacen para armonizar el derecho al trabajo a las personas no importa su condición de formal o informal, manifestó.
“Otro programa tiene que ver con las zonas verdes y se llama ornato y limpieza de los espacios públicos verdes. Y está el programa de recuperación de espacios públicos que han sido invadidos por diversas razones”, comenta.
“En este último caso las intervenciones se hacen a través de la autoridad policial”, afirma, y aprovecha para agradecer a comandante de la Policía Metropolitana, coronel Diego Fernando Vásquez, por la alianza permanente de policías de espacio público, dedicados exclusivamente a esa función.
Por último, se refirió Salomé a los programas pedagógicos, campañas siempre con cercanía a la ciudadanía. “Se les enseña cuál es la posible infracción y cuál podría ser la sanción. Se hace un acta y se deja copia en el CAI más cercano y si no sé acata la recomendación ya se procede a la sanción”.
Y concluye diciendo que “estamos conformando unas mesas técnicas con los propios vendedores informales y formales para que queden establecidas las obligaciones de parte y parte en tema de espacio público de la ciudad que todos esperamos”.
La opinión de la gente
“En algunos andenes del centro o en los barrios no se puede caminar. No hay espacio. Los andenes que están destinados para los peatones son invadidos que ni siquiera un peatón puede transitar por el lugar”, sostiene Fernando Serrano, ingeniero civil.
En el barrio Altico, en cercanías al Salesiano San Medardo, un grupo de estudiantes a las 12 del mediodía, cuando salen de clase, se quejan por la falta de espacio en los andenes especialmente en un costado del parque de los periodistas.
“Con el riesgo y amenaza de que circulan decenas de carros, a gran velocidad. La situación pone en riesgo la vida de cualquiera de ellos. A uno fácilmente lo puede atropellar un carro”, manifiesta Edgar Conde, comerciante del sector.
Ese panorama se mantiene en muchas de las calles de Neiva y se convierte en un problema que resta espacio público, e incluso, aporta a la inseguridad, según coinciden los habitantes.
Es la radiografía que se mantiene en cuanto al espacio público en la ciudad que de un lado tiene el esfuerzo de las autoridades que con campañas pedagógicas y con operativos sancionatorios le apuestan a la recuperación y buena utilización del espacio público en Neiva y de otro los que parecen no entender que debemos convivir en armonía y creen que impera la ley del más vivo a la hora de ingresar o ejercer alguna actividad comercial.