Fedeacua señaló que los comunicados por parte de la multinacional Enel Emgesa, responsable de los dos embalses en el Huila, “han sido muy laxos”.
Una seria crisis se vive en el embalse de Betania, donde alrededor de 20 mil toneladas producción piscícola valorada en 80 millones de dólares, están en peligro debido a la drástica disminución de los niveles del embalse. Los piscicultores advierten que, si no se mejoran las condiciones, el daño ambiental podría ser irreparable.
Las protestas y bloqueos que se adelantaron esta mañana, se originan en la preocupación de los piscicultores sobre la disminución de los niveles del embalse Betania y su impacto en sus negocios. Solicitan garantías para la sostenibilidad del sector y el respeto de las cotas requeridas para sus operaciones.
Enel Colombia, empresa que opera la Central Hidroeléctrica Betania, ha emitido un comunicado en el que señala que los niveles actuales del embalse, que están alrededor del 43%, son el resultado de una «situación coyuntural y ajena a la decisión de la Compañía».
Explican que la región ha enfrentado una temporada seca que ha reducido significativamente los aportes hídricos al embalse. Además, la Central es parte del Sistema Interconectado Nacional y ha recibido solicitudes de alta generación de energía para cumplir compromisos con países vecinos.
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La Compañía agregó que realizaron un llamado al Ministerio de Minas y Energía, a la CREG y a XM para considerar acciones que permitan mantener la operación adecuada de las centrales y embalses El Quimbo y Betania.
“Es importante destacar que estas plantas de generación representan cerca del 6% de la demanda energética de Colombia, y son activos clave frente a los desafíos que trae el Fenómeno de El Niño para el sector y el país”, señaló Enel.
Enel también rechazó las vías de hecho “y aquellos actos que pongan en peligro no sólo la prestación del servicio público esencial de energía”.
Fedeacua advirtió que de no actuar de manera contundente, podría presentarse una catástrofe de grandes proporciones que no solo impactaría el departamento del Huila sino todo el territorio que atraviesa el río Magdalena, hasta su desembocadura en Barranquilla.
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