Por: Johan Eduardo Rojas López
Fotografías: José Rodrigo Montalvo
La Semana Santa que finalizó ayer, se convirtió en el espacio propicio para asumir retos, vivir el fervor religioso y reactivar la economía del departamento del Huila. De esta manera, aunque las autoridades imparten un balance positivo, también se habla de nuevos cambios que se deben asumir para mejorar la celebración de la Semana Mayor.
Ayer finalizó la Semana Santa que se vivió en todo su esplendor tras dos años de pandemia con varias restricciones. Esta jornada no solamente devolvió el fervor a los fieles creyentes, sino que también sirvió para asumir retos y detectar posibles mejoras para los años siguientes. Asimismo, en el departamento del Huila permitió reactivar la economía de varios sectores y así empezar a encontrar la luz para seguir en ese objetivo.
El padre de la parroquia ‘San Judas Tadeo’, en el barrio Las Granjas’de la ciudad de Neiva, Alejandro Perdomo, dio un balance general de la Semana Santa e indicó que, “yo creo que ha sido o hemos tenido una buena respuesta de la comunidad cristiana, los fieles laicos han acudido con piedad, con atención a vivir este triduo pascual, con el deseo de crecer en el espíritu.”
Igualmente, afirmó que esta semana santa fue realmente un reencuentro de la fe cristiana. “Creo que vi en el rostro de la gente el hambre y deseo de Dios. La pandemia nos dejó un poco debilitados al presenciar que la muerte es una realidad, la enfermedad también está en nuestro mundo y que precisamente fue Dios quien nos sostuvo todo ese tiempo. Ahora volvemos a él con el ánimo de fortalecernos para poder seguir afrontando las vicisitudes que el mundo y la realidad de la naturaleza nos presenta. Entonces es un buen balance, buena respuesta de la comunidad cristiana, muy buena participación en número y actitud.”, dijo el religioso.
Adicionalmente, fue todo un reto volver a la presencialidad, tras dos años de pandemia y estar a la vanguardia al momento de evangelizar, por eso, el párroco manifestó que, “Quizás pienso como predicador y sacerdote, el mayor reto es tener a la luz del evangelio palabras acertadas, que sea cristo el que vuelva al corazón de los cristianos y sea él quien vuelva a mimarnos a todos. El mayor reto creo que es como sacerdote poder iluminar desde y con el evangelio de cristo que hace todo nuevo.”
Además, recalcó la necesidad de volver a los templos de manera presencial. “Es importante que volvamos la mirada a cristo, pues él es el centro de la fe y siento como sacerdote y creyente que le hemos quitado la mirada a Cristo, esto hace que nos quedemos como contentos con solo vivir una celebración a través de la televisión y la internet, ese es un reto, volver a salirnos de esas redes y ese espacio, porque, en la iglesia siempre se ha tenido que la celebración por la televisión u otro medios digitales es para favorecer a los enfermos y ancianos que no pueden asistir al templo.”
Sin embargo, manifestó que aunque existió una buena respuesta, falta ver esta semana más allá de un espectáculo, pues solo se requiere vivirla. “Siento que, aunque hay una buena respuesta, muchos cristianos están acomodados en que veo la misa y ya. La fe no es para ver, no es un espectáculo, sino un encuentro con una persona y eso se da cara a cara, por eso es importante que volvamos a los templos y a las comunidades y con fuerzas sigamos caminando juntos.”, sostuvo el sacerdote que celebra por segunda vez la Semana Santa en la parroquia San Judas Tadeo de Granjas.
Según Alejandro Perdomo, realmente no hubo cambios específicos de la programación, pues se vivieron las celebraciones que propone la liturgia de la iglesia católica y se trató de ser prudente con el tiempo para que los feligreses no estuvieran tanto tiempo confinados en un solo lugar.
Entre tanto, añadió que, “todos los espacios que la iglesia propone se llevaron a cabo y se trató de hacer de la mejor manera. En cuanto a la programación, lo único que como parroquia decidimos fue hacer un viacrucis por barrio, de tal manera que no caminaremos un gran número de personas, sino pequeños números, para que estuviéramos bien distribuidos, de resto se llevó a cabo todo.”
Se refirió de igual manera a las medidas de bioseguridad para salvaguardar la vida de los asistentes a cada acto, agregando así que, “dentro de los cuidados que pide la secretaría de salud y el ministerio de salud, pues se tuvo en cuenta el tapabocas, que la gente tuviera su alcohol – aquí también se ofreció -, pero yo creo que estamos en una conciencia de que cada uno debe cuidarse y cuidar al otro. Entonces también ha sido un tema personal.”
Reactivación economía de vendedores informales
Evidentemente, esta Semana Santa también sirvió para reactivar la economía de varios sectores, de tal manera que, los vendedores informales transformaron su mercancía cotidiana y sitios específicos de trabajo, para expandirse hacia diferentes puntos estratégicos de la ciudad – entre barrios y comunas – y así de esta forma aprovechar la temporada.
La vendedora de comida rápida, Jenny Chala, aseveró que, “La semana santa estuvo muy buena. Todos los días estuvieron muy favorables, de aquí en adelante todo sigue bien, mejora bastante. Yo normalmente vendo comidas rápidas, pero la producción por estos días incrementó gracias a lo programado por la iglesia. Así como yo estoy fija, llegaron varias personas a poner sus ventas por aquí y a todos nos fue muy bien”.
Fredy López, es otro vendedor informal que admitió prepararse con anticipación para salir a vender durante la temporada, “yo no trabajo en esto siempre, solo por temporada, intento aprovechar y vendimos harto. No creo que le esté quitando a otros porque todos buscamos la manera de ganar y todo se acaba muy rápido, entonces, simplemente quise aprovechar esta temporada y lograr ganar dinero”.
Finalmente, aunque no todos vivenciaron esta semana de manera religiosa, los visitantes tuvieron la oportunidad de impactar positivamente el sector turístico y comercial, pues el departamento del Huila fue muy concurrido durante esta época del año.
RECUADRO
LA CIUDADANÍA OPINA
María Elena Ardila, ama de casa
“Hoy en día no se respeta la semana santa, ya no es como antes, no son iguales. Yo soy católica, asistí solo a una actividad, pero realmente ya no es igual y no me nace asistir.”
Liliana Contreras, administradora de empresas
“La gente ya no respeta el misticismo de la Semana Mayor. Ahora escuchan música, toman trago, salen a fiestas y viven la semana con normalidad. En mi época todo se respetaba de una manera diferente”
Daniel Quimbaya, celador
“Yo no soy fanático, pero asisto y respeto las actividades. No vengo a todas, pero intentamos venir en familia y enseñar a nuestros hijos la importancia y significado de esta semana”
