Rafael Nieto Navia
Según el DRAE, la estrategia es “Arte, traza para dirigir un asunto. En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento” Otros la definen como “serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado”. Es lo que hacen los militares para derrotar al enemigo.
A propósito de la ausencia de Colombia en la sesión del Consejo Permanente de la OEA el 12 de agosto, en la que se condenó al gobierno de Ortega en Nicaragua como violador de los derechos humanos, Álvaro Leyva, nuestro canciller, explicó que la ausencia se debió “tanto a razones estratégicas como humanitarias y no ideológicas”- Los medios interpretaron que se trataba de no entrabar unas supuestas negociaciones con ese país acerca de San Andrés. Y todos tan contentos. La cosa se quedó de ese tamaño.
Las razones humanitarias son inexplicables porque abstenerse de condenar los desmanes del régimen para lograr que cesen esas violaciones no se entiende, a menos que se trate de intervenir ante Ortega, con quien no había relaciones diplomáticas –aunque Petro ya nombró embajador- para que suelte los más de 200 presos políticos y permita reabrir diarios y emisoras. Pensar con el deseo (o con el Nobel).
En cuanto a una eventual negociación con Nicaragua para el problema de San Andrés, idea que se expresó en el gobierno de Santos y desde entonces quedó flotando en el aire, hay que hacer las siguientes reflexiones:
a.- El gobierno nicaragüense quedó feliz, aunque no satisfecho, con haberle quitado a Colombia más de 75.000 km2 de mar gracias a la sentencia de la Corte internacional (CIJ) de 2012, que encerró a San Andrés con dos paralelas al oriente y occidente, enclavó algunos islotes y le dio a Nicaragua el mar que le quitó al archipiélago. Para ello la CIJ ignoró el tratado Esguerra-Bárcenas y el tratado entre Colombia con Honduras (a la que no aceptó como parte en el caso). Si yo fuera Ortega no querría negociar ese regalo.
b.- Nicaragua entabló dos nuevas demandas, una de las cuales, sobre la eventual violación de la sentencia de 2012, fue resuelta en abril de 2022, en una decisión que quedó cincuenta/cincuenta.
c.- La otra demanda se refiere a la pretendida extensión de la plataforma nicaragüense por 150 millas adicionales a las 200 que tienen los Estados en general. No conozco los argumentos de Colombia ante la CIJ porque aún no se han celebrado las audiencias. Pero supongo que se debió argüir que la plataforma extendida deriva de la Convención del Mar (Convemar) de la que Colombia no es parte y le es inaplicable; que la sentencia de 2012 le dio a San Andrés y Providencia las áreas marítimas que le corresponden (mar territorial, zona contigua, plataforma y zona económica exclusiva) dentro de los límites que señaló (anoto yo: si se hubiera hecho la delimitación de San Andrés en el este con líneas de base rectas, las 200 millas comenzarían a contarse desde Roncador y no desde San Andrés, es decir 113 MN más al este, pero lo hicieron ni Santos, ni Duque); que en el trayecto se atraviesan las áreas marinas y submarinas de otros países que también tienen derechos; que la plataforma colombiana normal debe privar sobre la extendida; que para que la CIJ decida, Nicaragua debe contar con la aprobación de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (que proviene de la Convemar y, que se sepa, Nicaragua no la tiene).
Si así fuere, la CIJ no puede decidir contra Colombia. Entonces ¿estrategia para negociar qué?
