DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Un mes después del reprochable hecho que causó indignación en los huilenses, las autoridades poco han avanzado en la identificación del agresor. Diario del Huila obtuvo detalles exclusivos de la terrorífica noche en la que una menor de 12 años fue abusada en un cafetal por un sujeto que, presuntamente, se hizo pasar como disidente en el municipio de La Plata.
Una menor de tan solo 12 años fue violentada sexualmente sin explicación alguna, por un sujeto que irrumpió su tranquilidad y que desde entonces le cambió y marcó su vida para siempre. Diario del Huila recopiló detalles exclusivos de esta historia que aún aguarda justicia.
Ha pasado un mes desde aquella violenta noche cuando un hombre llegó a la humilde vivienda donde la víctima residía con su madre y un adulto mayor y allí, ante la mirada impotente de su progenitora, la accedió sexualmente, no sin antes amenazarlas de muerte.
Así fue
Diario del Huila tuvo acceso a las declaraciones de la mujer y recopiló detalles escalofriantes de este lamentable caso ocurrido en la vereda El Cabuyal, zona rural de La Plata.
El 30 de octubre del presente año, la mujer de 35 años de edad, madre de la niña, llegó pasadas las 8 de la noche a su vivienda luego de haber realizado algunas diligencias personales; pasados algunos minutos tocaron a la puerta, afuera esperaba un hombre que no se identificó, pero pidió que le abrieran; el insistente llamado del hombre alertó a los residentes del inmueble, la mujer le pidió a su niña corriera hacia la habitación, mientras abría la puerta.
Del otro lado había un sujeto que, ante la negativa de abrir la puerta, rompió el vidrio de la ventana e ingresó.
“Desde que entró fue amenazándonos, tenía una pistola, me apuntó varias veces en la cabeza e insistentemente decía que necesitaba a Ricardo, (padre de la niña), le dije que no estaba, que él no vivía con nosotros, que estábamos separados, pero buscó rápidamente en las habitaciones y como no encontró a nadie se alteró, me amenazó, amenazó a la niña y al abuelo, un adulto mayor que se encontraba en la vivienda y trató de socorrernos”.
El relato de la agobiada madre da cuenta de la angustia que la invadió ese día, su afán por proteger la niña la hizo ponerse de escudo ante el delincuente, pero es no fue suficiente, pues su plan era otro.
¿Complicidad?
El hombre que llegó a la vivienda se identificó como presunto integrante de las disidencias de las Farc, con injerencia en el Tolima; vestía una chaqueta de jean, pantalón, de tez morena, 1.75 centímetros aproximadamente de estatura, delgado y tenía parte de su rostro cubierto con un trapo amarillo.
Una vez entró de manera agresiva a la vivienda, preguntó varias veces por Ricardo, pasados algunos minutos ya lo llamaba Richard, y según la madre de la niña, así es conocido su expareja sentimental por las personas más cercanas, lo que daba cuenta de su posible cercanía con el padre de la menor.
El hombre encerró en una de las habitaciones al abuelo, trató de golpearlo, pero las mujeres intervinieron, a su vez, la niña intentó tomar el celular y llamar a la Policía, pero el verdugo se percató.
El hombre tomó unos cordones de zapatos y procedió a llevar a la niña y a su madre hasta el fondo de la vivienda, camino a un cafetal.
Una vez en el punto, a la mujer de 35 años de edad la golpeó y la ató de un árbol, mientras a la niña le amarró las manos y la llevó hacia adentro de los cultivos.
Las suplicas desesperadas para que a su niña no le pasara nada no fueron suficientes, el hombre quien no dejó de amenazas de muerte e incluso hizo un disparo, tomó a la fuerza a la pequeña y se perdió de vista por algunos minutos. Tiempo después se escucharon los gritos y lamentos de la niña, mientras su madre impotente estaba atada de un árbol.
Al regresar, el hombre insiste en que la orden es matarlas, “la orden es matarlas, vengo a matarlas, las voy a matar, gritaba desesperado y nervioso mientras les apuntaba con el arma”. Seguidamente les quita las ataduras, las pone a caminar de frente y les grita que tienen cinco minutos para llegar hasta la vivienda o las mataría; mientras él se escapa por la parte trasera del cafetal.
Auxiliadas
La niña inicialmente con miedo no le manifiesta nada a su madre por temor a que algo pasara, pero luego un sangrado de sus partes íntimas dejó al descubierto la aberración.
Minutos más tarde la Policía llegó a la vivienda, distante a siete kilómetros del caso urbano del municipio de La Plata. Allí auxiliaron a las víctimas, mientras a su vez realizaron un barrido en la zona para lograr hallar al responsable.
La niña fue llevada al Hospital San Antonio de Padua del municipio de La Plata, allí se activó la ruta de atención para estos casos, recibió apoyo psicológico y médico, mientras la madre era interrogada por las autoridades.
Tras los exámenes de rigor, se logró confirmar que la niña sí había sido accedida carnalmente, tipificando el delito como acceso carnal abusivo con menor de 14 años.
¿Quién es el padre de la niña?
El padre de la niña es un soldado profesional orgánico de un batallón de la ciudad de Santa Marta, desde hace dos años está separado de la madre de la menor, quien reside en la vivienda donde sucedió el hecho, con un adulto mayor quien es el abuelo de su excompañero sentimental, a quien ella tomó a su cargo ante la supuesta ausencia de sus hijos.
La madre junto a su niña, residen en dicha vivienda hace aproximadamente 15 años, pero desde hace un tiempo para acá estuvieron recibiendo una serie de amenazas e intimidaciones por parte de familiares del abuelo, quienes al parecer insistían que debían abandonar la casa. Dicho proceso según la mujer, lo tiene radicado en la Fiscalía en el municipio de La Plata, donde dejó evidencia las amenazas en su contra.
Su relación con el padre de su única hija no es la mejor, cortaron todo vínculo y para el día de los hechos el hombre supuestamente se encontraba en el Batallón, pero hay quienes afirmaron haberlo visto en el pueblo dos días antes.
Por lo sucedido, la joven madre y su niña abandonaron la casa, se encuentran residiendo en otro lugar con temor y zozobra de que algo pueda pasar.
“Nos fuimos de la casa, tenemos miedo que algo nos pase, la orden era supuestamente matarnos y si quedamos vivas no sería raro que quisieran volver hacernos daño. El hombre gritaba que era orden de Richard, gritaba muchas cosas, incluso mientras pasaba todo, hizo como si se comunicara con él, como si recibiera ordenes por teléfono, todo fue espantoso, aterrador, me duele lo sucedido con mi hija, tenemos miedo, mucho miedo”, dijo en parte de la declaratoria la mujer.
¿Cómo va la investigación?
Hoy, un mes después, el caso no ha tenido mayor avance, incluso pasaron varios días para que fuera signado un fiscal en el mismo; finalmente, un profesional especializado del municipio de La Plata tomó el caso y es el encargado de darle curso a la investigación.
El CTI de la Fiscalía asumió la investigación, la denuncia y las declaraciones de la mujer ya están en poder de los investigadores quienes continúan recolectado evidencias suficientes que les permita dar con el paradero del sujeto y confirmar o descartar si en efecto hace parte o no de algún grupo armado ilegal.
Hasta el momento, la familia trata de llevar su vida con normalidad, pero las secuelas de aquel episodio parecen no darles tregua, la niña permanece recibiendo asistencia médica y psicológica, pero el miedo es latente, mientras la justicia parece cojear sin resultados ni avances.
En cifras
La violencia sexual contra menores de edad en el departamento del Huila sigue sin dar tregua; entre el año 2019 y lo corrido del 2022, la Fiscalía ha decepcionado casi 2.500 denuncias de abuso sexual infantil. A la fecha, solo se han logrado 131 condenas. Entre los abusadores, hay 6 sacerdotes y 3 pastores.
Diario del Huila conoció un informe del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que establece que durante el segundo trimestre de este año habrían sido abusados sexualmente 4.817 niños, niñas y adolescentes en Colombia. Entre las víctimas la mayoría habrían sido niñas con una elevada cifra de 4.205 casos.
Las cifras indicaron que, de cada 10 niños, 5 son abusados diariamente en el departamento y en la ciudad de Neiva, se están reportando diariamente entre 3 y 4 niños víctimas de este delito.