Por estos días el tema de moda son las alianzas, coaliciones y todo tipo de amontonamiento con miras a las próximas elecciones. Llaman la atención los posibles candidatos que siendo históricamente de un partido, se van a otro filosófica y políticamente diferentes, o buscan alianzas con políticos de otra región para que los apoyen obviamente con recursos económicos, a cambio de votos en el Departamento. Se habla de Carlos Pinto, de David Luna, de la misma Piedad Córdoba quienes buscan aliados regionales que apoyen sus aspiraciones de llegar al Senado.
Esos movimientos me generan dudas respecto de la falta de liderazgo de nuestros Senadores y Representantes que hacen necesario que políticos y líderes locales deban traer propuestas por foráneos, lo cuales vienen, “pescan en rio revuelto”, sacan votos unos más otros menos, menoscaban la ya muy pobre imagen de los líderes locales y se van sin ningún compromiso con el desarrollo ni de nuestra región, ni mucho menos de nuestra comunidad.
Así las cosas revisando las cifras en las elecciones pasadas a Senado de 2018, la sorpresa fue grande, la frustración mayor, puesto que de los 817.964 habitantes en capacidad de votar el 59.95% de la población o se abstuvo, o voto en blanco o no marcó su voto, es decir que solamente el 40.05% de los electores marcaron un voto válido, 327.594 votantes, lo más triste es que las votaciones por partido fueron así: Partido Conservador 65.732; Liberal 52.265; Centro Democrático 63.133; Cambio Radical 44.725 y Alianza Verde 18.834 votos respectivamente, y de esta votación los elegidos obtuvieron la siguiente votación: Esperanza Andrade 32.900 votos es decir el 50.0% de los votos de su partido; Ernesto Macías 24.600 votos, el 38.96% del total de su grupo; Rodrigo Villalba 34.985 Votos que representan el 66.93% de los votos de su colectividad ; Rodrigo Lara Restrepo 22.651 votos es decir el 50.64 % y finalmente Diego Muñoz con 1.767 votos es decir el 9.38 % de los votos de su partido en el Departamento. El resto, la no despreciable suma de 127.786 es decir el 47,77% de los votos fueron por candidatos al Senado de otras regiones. Personas que como el señor Carlos Pinto de Santander, David Luna de Bogotá, María Fernanda Cabal, o la misma Paloma Valencia, y muchos más que aprovechan la mala imagen de nuestros políticos, invierten un poco de plata y se llevan sin más compromiso con nuestra región una tajada no despreciable de la votación.
¿Y el desarrollo regional?, ¿Y los proyectos viales del Departamento? ¿Y los problemas ambientales, sociales y económicos de proyectos como el Quimbo?, ¿Y nuestros campesinos, jóvenes y mujeres? ¿A quién interesan?, a nuestros políticos ya está claro que NO, a los senadores que viene de fuera MENOS, ellos en sus regiones tiene sus propios problemas, y así poco a poco el Departamento cada día más huérfano de líderes, más abandonado al desarrollo y a las grandes decisiones del gobierno central.
Les propongo que votemos por NUEVOS LIDERAZGOS, no más por los mismos que bastante tristeza y frustración han dejado, y menos aún por candidatos de fuera, que ven la política como un negocio en el que entregan plata a un pesado líder a cambio de votos. Empecemos de una vez a generar los cambios que el Huila necesita.