El Hospital de Girón, en el departamento de Santander, fue escenario de un ataque a personal de la salud, cuando un grupo de personas llegó hasta el centro asistencial y le informaron que su familiar había muerto por la covid-19.
El paciente fue trasladado a una zona gris, por la sospecha de covid-19, situación que fue rechazada y generó una turba en la cual resultaron agredidos el guarda de seguridad, el médico y una enfermera.
También fue afectada la infraestructura de la unidad de urgencias del Hospital, porque los familiares del occiso, en medio de la ira, atacaron las divisiones y partieron vidrios.
El director del hospital indicó que es inconcebible esta situación, toda vez que se estaban cumpliendo con los protocolos respectivos para que las personas reaccionen de esa forma.
Indicó que las personas se enfurecieron cuando se mencionó un posible contagio de covid-19, “aspecto que entendemos, pero no podemos compartir que vengan y destruyan la unidad de urgencias, sólo porque no están de acuerdo con el dictamen”.
La reacción de los familiares de esta persona obligaron al llamado de la Policía, la cual al final tuvo que retirarlos a la fuerza, porque no querían detenerse y podrían haber herido de consideración a alguien del personal.
Al final estas personas retiraron el cuerpo de su familiar para darle cristiana sepultura y en un rechazo a un supuesto caso positivo de covid-19.
El fallecido es un hombre de 31 años, quien prácticamente llegó sin signos vitales al Hospital de Girón y, como protocolo médico, los galenos deben confirmar la patología.
La inquietud que quedó en el centro hospitalario es quién asumirá los daños que ocasionaron a la unidad de urgencias.