Listos los prediseños de cables aéreos para 18 familias productoras de plátano, este proyecto es impulsado por la Región Central y Agrosavia. Los beneficiarios pertenecen a la Asociación de Familias Campesinas Víctimas y Vulnerables Productoras, Procesadoras y Comercializadoras del Plátano (Asproplat) del corregimiento de Zuluaga, en el municipio de Garzón, Huila.
Diario del Huila, Panorama
La Región Administrativa y de Planificación Especial (RAP-E) junto con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) han presentado prediseños revolucionarios para preservar la calidad del plátano cultivado en terrenos de alta pendiente. Estos avances benefician directamente a los miembros de la Asociación de Familias Campesinas Víctimas y Vulnerables Productoras, Procesadoras y Comercializadoras del Plátano (Asproplat) en el corregimiento de Zuluaga, municipio de Garzón, en el departamento de Huila.
En un esfuerzo por reducir las pérdidas poscosecha en la región, se están implementando medidas tecnológicas pioneras. Entre ellas se destaca el diseño de sistemas de transporte por cable aéreo, que permitirán el traslado eficiente de productos agrícolas en condiciones óptimas y a costos más bajos. Este progreso promete impulsar la producción y comercialización de frutas y hortalizas con estándares de calidad sin precedentes.
Dicho sistema de transporte reducirá las lesiones que se producen en la fruta, lo que permitirá mejorar su precio de venta. “Hemos trabajado el desarrollo de unos sistemas de cable para poder bajar el producto sin que sufra mayores afectaciones. En conjunto diseñamos 18 cables que esperamos sirvan de base para la adquisición del recurso monetario y, de este modo, la asociación logre en el corto plazo empezar a tecnificar su proceso y, además, transformar su producto para que tenga una mayor rentabilidad y utilidad”, señaló Jorge Aya, responsable del eje de Infraestructura Logística, Transporte y Servicios Públicos de la RAP-E.
Dado que el precio de los productos hortofrutícolas se basa en la apariencia de este, el plátano se clasifica en tres categorías; aquel que se encuentra en perfecto estado es de primera, cuando tienen afectaciones son catalogados como de segunda, y aquellos con magulladuras, golpes o cuando su proceso de maduración este avanzado se considera de tercera.
Mejores condiciones de transporte
El deterioro de la calidad del producto hace que el precio de venta se reduzca a la mitad, por ejemplo, el precio de venta de kilo de plátano de primera calidad supera los 1.000 pesos, mientras que el precio de segunda calidad alcanza como máximo los 500 pesos por kilo. «Recibimos hoy los diseños de un cable aéreo por parte de Agrosavia y RAP-E, aquí en nuestra zona de producción de plátanos. Como pequeños productores, este avance nos permitirá mejorar significativamente la presentación de nuestro producto. Ya no sufrirá tanto daño durante el transporte dentro de las fincas, donde a menudo se carga a lomo de mula o al hombro. Nuestro objetivo es ofrecer un producto de calidad excepcional que reduzca las pérdidas y aumente nuestra rentabilidad en el mercado», declaró Carlos Montero, presidente de Asproplat.
Actualmente, se avanza en el análisis de la inversión requerida para la puesta en marcha de estos sistemas. “Estamos realizando el diagnóstico y la evaluación de factibilidad para la implementación de este tipo de sistemas en la producción de plátano. Entregamos a cada productor las características y condiciones técnicas, así como una proyección de los costos. Lo que esperamos para la segunda fase, poder apalancar parte de esos recursos a través de convocatorias externas que nos permitan hacer la implementación de este tipo de sistemas”, señaló Alfonso Cubillos, investigador PhD de Agrosavia.
Producción Huila
La producción de plátanos en el departamento del Huila ha emergido como un sector estratégico para el sustento económico de las familias campesinas.
Según la evaluación agropecuaria de 2022, se han dedicado 30,726.5 hectáreas al cultivo de plátanos en Huila, de las cuales 26,899.8 se han utilizado en asociación con otros cultivos, alcanzando una producción anual de 106,203 toneladas.
Además de garantizar el sustento diario, los productores han logrado un exitoso comercio en los mercados locales y nacionales, gracias a la alta demanda de su producto.
Cuatro asociaciones de productores en Garzón, Palermo, Santa María y Timaná, ahora no solo se dedican con éxito a la producción y comercialización de semillas de plátano de alta calidad, sino que también aspiran a la industrialización del producto, con la implementación de una planta para la producción de harina de plátano, agregando valor a su actividad.
Además, están explorando el aprovechamiento de las fibras del tallo, raquis y hojas de la planta, utilizándolas para la elaboración de empaques, artesanías y utensilios para el transporte de alimentos.
ASPROPLAT, compuesta por más de 60 familias productoras, en su mayoría del centro poblado de Zuluaga, en la zona rural del municipio de Garzón, lidera este innovador enfoque hacia una visión más productiva y sostenible.
Crecimiento nacional
Al cerrar el año 2023, Colombia reafirmó su posición como un actor fundamental en la industria bananera a nivel mundial.
Con un total de 43 millones de hectáreas cultivables, el país dedica 52,000 hectáreas al cultivo de banano, generando alrededor de 300,000 empleos directos e indirectos. Las exportaciones de banano rondan los 1,000 millones de dólares anuales, consolidando a Colombia como el cuarto mayor exportador mundial de esta fruta.
Con una producción anual estimada en 4.2 millones de toneladas y un consumo per cápita de 35 kilogramos al año, el banano se posiciona como un elemento esencial tanto en la economía como en la dieta colombiana.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), hasta agosto del año pasado, las exportaciones de banano, incluyendo plátanos frescos y secos, generaron ganancias por 665.7 millones de dólares para Colombia.
Sin embargo, el cultivo de banano enfrenta desafíos significativos, siendo uno de los más graves la lucha contra la sigatoka negra, una enfermedad fúngica que ha afectado la productividad y calidad de los bananos en todo el mundo.
En respuesta a este desafío, los productores agrícolas colombianos están implementando el riego por goteo, un sistema que no solo proporciona una forma eficiente de suministrar agua a las plantas, sino que también ayuda a reducir los costos asociados con el control de la sigatoka negra.
