Esta noche termina a medianoche el 2022, que se caracterizó por la afectación que ha tenido la sociedad colombiana por la profunda crisis social, económica y política en que se encuentra sumida, por la aplicación incoherente de los instrumentos de la política macroeconómica que está pauperizando progresivamente a los sectores vulnerables de la población. Paralelo a ello, se está irradiando un efecto multiplicador adverso en la dinámica económica del país, como lo reflejan los indicadores económicos que promulga periódicamente el Dane. Igualmente, las noticias trágicas no dan tregua. Siguen las masacres, la inseguridad ciudadana, corrupción, el asesinato de líderes sociales sigue su tenebroso goteo. A pesar de otros eventos negativos que hemos tenido que soportar un año difícil, también nos ha brindado grandes satisfacciones, que reflejan buenos augurios en el próximo año que producen esperanza y optimismo.
Se empieza a vislumbrar una luz al final del túnel. Este será uno de los desafíos políticos, económicos y humanitarios más trascendentales del próximo año. Es importante que el gobierno nacional, genere sinergias coherentes para afrontar la dura realidad que están afrontando las familias colombianas. Sin sesgos políticos y dejando atrás dicha polarización podemos construir los cimientos para lograr un verdadero y sostenido crecimiento económico que garantice el acceso de todas las personas a nuevas oportunidades laborales.
Compartiremos la alegría y la felicidad con nuestros seres queridos y amigos, porque será la oportunidad para dejar atrás los aspectos negativos que no deseamos durante el trasegar del año 2022 y empezaremos con optimismo, fe y esperanza a estructurar las buenas acciones que emprenderemos en el 2023, en un contexto caracterizado por las dificultades sociales, económicas y políticas que posee nuestra sociedad, pero que no son excusa para corregir todos los errores cometidos en el pasado, sino que se convierten en las mejores oportunidades para realizar cambios en el comportamiento y optimizar los recursos para mejorar las condiciones de vida de nuestras familias.
En fin, a las 12 de esta noche iniciamos un nuevo periodo lleno de expectativas que nos va a permitir hacer promesas para realizar cambios en nuestras vidas y ajustar los patrones y paradigmas que hemos venido desarrollando en nuestro diario vivir. Es importante que reflexionemos sobre la importancia de ser respetuosos y honestos consigo mismo, para que podamos fortalecer las relaciones interpersonales con nuestros vecinos, amigos y así estrechar más los vínculos familiares que son el principal soporte para tener armonía y tranquilidad en nuestros corazones con el fin de disminuir las tensiones que en ocasiones nos embarga. Los odios, rencores, envidia, deshonestidad, violencia, injusticia social, irracionalidad serán cosas del pasado, porque aspiramos a cambiarlas por amor, paz y sabiduría para mejorar el bienestar de los colombianos. Feliz año nuevo para todos, son los más sinceros deseos del Diario del Huila.