Parapeto
Por: Julio Bahamón Vanegas
Permítanme que me refiera a la discusión que se ha presentado y que tiene indignada a la Nación, sobre la respuesta, fundada, entregada a los medios por parte del comandante del ejército de Colombia, general Eduardo Enrique Zapateiro en defensa de las Fuerzas Armadas.
El señor General, en un trino respondió a las infames declaraciones que hizo el candidato del pacto histórico, Gustavo Petro en las que acusó al ejército nacional de que, los ascensos de la cúpula militar la “vienen haciendo los politiqueros del narcotráfico“. La respuesta del general Zapateiro no se hizo esperar y con fundamento y como comandante de sus hombres salió a defender la dignidad de nuestro glorioso ejército y de las distintas ramas de nuestras Fuerzas Armadas.
Los pájaros tirándole a las escopetas, ¡vaya, vaya! ¿No fueron, acaso Ud. señor Gustavo Petro, y los comandantes del grupo rebelde del M-19, agrupación subversiva en la que Ud. militó, los que negociaron con Pablo Escobar Gaviria, el papá del narcotráfico, por US$ 5.0 Millones de dólares, la sangrienta toma del Palacio de Justicia, en donde fueron asesinados más de 100 ciudadanos inocentes e incinerados 11 Magistrados de la H. Corte Suprema de Justicia y del H Consejo de Estado?
Esto significó, que el M-19 estuvo en la nómina del cartel de Medellín y Ud. fue uno de los beneficiados, desde luego.
Se le olvido señor Petro que quien ha venido ofreciéndole a las organizaciones criminales, esguinces a la ley, ha sido Ud. con su insólita propuesta de crear una Jurisdicción Especial para los grupos de narcotraficantes a fin de permitir el crecimiento salvaje del sucio negocio de la mata que mata. Algo muy parecido a la absurda política de sometimiento a la Justicia que le entregó el país, en la década de los 90s, al jefe del cartel de Medellín, Escobar Gaviria, otorgándole el permiso, inédito, para que fuera el capo quien construyera su propia cárcel en el municipio de Envigado. Es decir, su relación con el narcotráfico es evidente y de tiempo atrás.
Hábilmente nos quiere hacer creer que nuestras Fuerzas Armadas son las malas del paseo y que Ud., con sus andanzas subversivas es hoy un arcángel enviado desde el Olimpo como mesías, a salvar a colombia.
Ud., camarada Petro lleva muchos años como senador de la república y nunca, en ese escenario fue capaz de decir, frente a los generales de la república, las mentiras y falacias con las que últimamente los ha querido enlodar. Lo que Ud. ha dicho contra la dignidad de nuestro ejército nacional lo calculo, con un interés canalla electoral, pero, como le he dicho, le salió el tiro por la culata.
El país tiene muy claro que fue un engaño el que Ud. le puso a los comandantes de nuestras Fuerzas Militares, y esa mentira, hace parte del libreto que le envió hace 20 años, Fidel Castro a Hugo Chávez, esas instrucciones las podemos ver en Google, “cartas políticas famosas”, indicándole los pasos a seguir para alcanzar un régimen totalitario basado en el continuo desprestigio a las fuerzas armadas, partitura que ya se ha cumplido en los países que, hasta ahora, han sido víctimas del demoledor brazo del comunismo internacional.
En ese cepo no debemos caer, porque viene, en segundo lugar, le dice Castro en la carta a Chávez, asustar a los empresarios, luego acabar con la religión y en último lugar corromper a la justicia. Este capítulo final, en parte ya está cumplido, lamentablemente.
Las declaraciones injuriosas de Petro es una nueva demostración del armadijo, o insidia, en las que permanentemente quiere hacer caer las instituciones. No podemos aceptar esa clase de provocaciones de aquí en adelante. La meta es la victoria.
