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Fundación «Chocolate y Pan» cambiando vidas en Neiva

Jun 3, 2024

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En la ciudad de Neiva, una noble iniciativa ha estado cambiando las vidas de niños y jóvenes en asentamientos vulnerables: la Fundación «Chocolate y Pan». Esta organización, que nació en diciembre de 2019, ha sido pionera en brindar apoyo educativo y de salud a las comunidades más necesitadas.

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Por: Alejandro Polanco

La Fundación «Chocolate y Pan» fue creada por un grupo de profesionales del sector salud, en la capital huilense y liderados por Gustavo Burgos, enfermero de profesión. La idea surgió hace aproximadamente cinco años, cuando Gustavo y sus colegas comenzaron a notar un preocupante incremento en los casos de violencia sexual, física y psicológica entre las niñas y niños de diversos asentamientos. Esto los motivó a actuar, dando origen a la fundación.

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La misión principal de la fundación es educar a los niños, niñas y jóvenes sobre métodos de planificación familiar y orientarlos evitando que caigan en las manos de bandas delincuenciales o sean potenciales consumidores de estupefacientes. Gustavo Burgos explicó “Estamos llegando a los asentamientos en donde nos encontramos menores con realidades muy complejas y donde a la orden del día les muestren muchas alternativas de vida y de obtener dinero no siempre correctas por eso les brindamos acompañamiento previniendo que sean instrumentalizados”, afirmó Gustavo en entrevista al Diario del Huila

Sostenibilidad y apoyo comunitario

El sostenimiento de la Fundación «Chocolate y Pan» se basa en la colaboración constante de amigos, profesionales del sector salud y empresas locales. Gustavo comentó que, aunque realizar trabajo social es un desafío, cuentan con el apoyo de muchos colegas y amigos que contribuyen monetariamente o mediante donaciones de bienes y servicios. “A veces hacemos rifas y tenemos empresas y médicos que nos apoyan con sus aportes”, detalló Gustavo.

Hasta la fecha, la Fundación «Chocolate y Pan» ha logrado impactar positivamente a más de 250 niños en diversos asentamientos de Neiva, como los presentes en inmediaciones al barrio Galindo y Villa Magdalena. Además de proporcionar alimentos, la fundación ofrece nivelación académica, talleres de teatro, música y danza, y actividades recreativas. “Queremos que los niños vean que hay otras formas de vivir, que pueden estudiar y tener un futuro mejor”, enfatizó Gustavo.

Trabajo en los asentamientos

Trabajar en los asentamientos presenta múltiples desafíos, sin embargo, la fundación ha logrado ganarse el respeto de la comunidad, incluso de aquellos involucrados en actividades delictivas. Gustavo relató que, en una ocasión reciente, enfrentaron amenazas de un individuo, pero lograron resolver la situación mediante el diálogo y la intervención de los habitantes del sector.

La fundación realiza actividades regulares para mantener su conexión con la comunidad. Tienen un grupo de voluntarios que trabaja tanto en la parte norte como sur de Neiva, asegurando que los niños reciban apoyo constante. «Estamos pendientes todos los fines de semana de los niños, y aquellos que no estudian no pueden participar en la fundación. Queremos que aprovechen los beneficios que ofrecemos, pero también se quiere dar un mensaje», explicó Gustavo.

Además de sus programas educativos, la fundación organiza eventos recreativos para los niños. «En junio celebraremos el San Pedrito con actividades recreativas y nivelación académica. Enseñamos teatro, música y danza para que los niños puedan desarrollarse integralmente», dijo Gustavo. Estas actividades no solo brindan alegría a los niños, sino que también fomentan un sentido de comunidad y pertenencia.

El impacto de la fundación es palpable en las comunidades que sirve. Gustavo compartió una anécdota sobre una reciente celebración del Día del Niño, en la que más de 300 niños participaron. «El amor y la gratitud de los niños y sus familias son inmensos. Nos respetan y valoran el trabajo que hacemos», relató. Esta relación de confianza es fundamental para el éxito continuo de la fundación.

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Mirando al futuro

La visión a largo plazo de la fundación es ambiciosa. Aspiran a ser reconocidos a nivel nacional y establecer el primer banco de pan en el departamento de Huila, asegurando que los niños reciban desayunos regulares. «Queremos seguir llegando a muchos hogares, promoviendo la inclusión social y ofreciendo oportunidades educativas a todos», dijo Gustavo.

La fundación ha desarrollado dos proyectos fundamentales para cumplir su misión. El primero, «Ángeles Blancos», se centra en la capacitación y apoyo a madres cabeza de hogar, ofreciéndoles oportunidades de crecimiento personal y acceso a educación técnica. Este proyecto busca empoderar a las mujeres, brindándoles las herramientas necesarias para superar la pobreza y ofrecer un mejor futuro a sus familias.

El segundo proyecto, «Huertas Comunitarias», está liderado por ingenieros ambientales que enseñan a jóvenes y niños sobre reciclaje y siembra, promoviendo el cuidado del medio ambiente y la autosuficiencia alimentaria. Este proyecto no solo proporciona conocimientos prácticos, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad y conexión con la naturaleza.

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