El futbolista colombiano Gilmar Bolívar, quien milita en el Karpaty Halych de la Liga de Ucrania, contó que vive “momentos de mucha tensión”, por cuenta de la situación que se vive en ese país, atacado por “operativos militares” de Rusia.
El deportista contó que venía en una tensa calma, pero que no pensaba abandonar ese país, salvo que las cosas se complicaran más de la cuenta. “No voy a regresar, hasta que no vea la primera bomba no me regreso”, manifestó días atrás.
El barranquillero estaba en medio de una relativa tranquilidad debido a que reside en Halych, que es una localidad pequeña, distante de Kiev, Járkov y Dnipró, algunas de las ciudades que fueron atacadas tras la orden de Vladímir Putin.
Sin embargo, con el inicio del ataque empieza a aumentar la angustia del futbolista cafetero. “Pido a Dios que esto acabe pronto, parece una pesadilla”, manifestó en su cuenta de Instagram, en la que también mostró gratitud por el acompañamiento que ha tenido a la distancia. “Gracias a todas las personas que se han comunicado conmigo, he sentido el apoyo”, agregó.
Según se conoció el futbolista ha intentado acercarse a la cancillería, con la ayuda de su empresario, con el objetivo de pedir su repatriación inmediata. Bolívar estuvo en las divisiones menores de Atlético Nacional en 2021, aunque sin los frutos esperados, pues no alcanzó a debutar en el equipo profesional, por lo que decidió emigrar del país y probar suerte en Ucrania, hecho del que no se arrepiente. “Primero está la vida y el ser humano, no tengo nada que reprocharle al fútbol, solo darle las gracias por traerme hasta acá, Dios tiene el control”, subrayó.