La nueva plaza de mercado del municipio ha sido recientemente aprobada para operar tras una rigurosa inspección sanitaria por parte de la Secretaría de Salud del Huila, asegurando que cumple con los requisitos para ofrecer productos alimenticios en un ambiente que garantiza condiciones higiénicas y de seguridad adecuadas. Esta nueva infraestructura, que ha estado en desarrollo durante varios meses, marca el inicio de una transición destinada a mejorar el entorno comercial giganteño.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
POR: ALEJANDRO POLANCO
El proceso de habilitación de la nueva plaza de mercado incluyó una serie de visitas y evaluaciones por parte de técnicos de la Secretaría de Salud departamental, quienes examinaron minuciosamente cada área del establecimiento. Este análisis se centró en evaluar aspectos fundamentales como el almacenamiento de productos, la disposición de locales, los accesos al público, el suministro de servicios básicos y la infraestructura en general. Según el informe emitido, el lugar cumple con todas las normativas sanitarias exigidas, lo que permite su funcionamiento bajo condiciones adecuadas y seguras para el comercio de productos alimenticios.
Hensy Ricardo Bermúdez, referente del programa de Inocuidad y Calidad de Alimentos de la Secretaría de Salud del Huila, señaló la importancia de este nuevo espacio en términos de control y regulación sanitaria. Según el funcionario, la infraestructura moderna permite supervisar más eficazmente las condiciones de almacenamiento y venta, reduciendo los riesgos de intoxicación y otros problemas de salud pública que pueden surgir en entornos menos regulados. “Es una estructura que nos da la posibilidad de ejercer un control sanitario más preciso, lo cual es fundamental para evitar emergencias relacionadas con el consumo de alimentos y, además, representa un espacio que beneficiará a la comunidad en general”, expresó Bermúdez.
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Un proceso de transición para los comerciantes locales
La transición hacia la nueva plaza de mercado ha sido diseñada de manera gradual, buscando una adaptación que contemple las necesidades y preocupaciones de los comerciantes que han trabajado en la antigua galería durante décadas. Este proceso, liderado por administración municipal en colaboración con otras entidades locales, incluye capacitaciones y talleres informativos para preparar a los vendedores en el manejo del nuevo espacio, su organización y las normativas de salubridad que deben cumplir.
María Camila Yara, secretaria de Salud de Gigante, en dialogo con el Diario del Huila mencionó que este cambio se viene planeando desde hace meses, y que se ha trabajado en conjunto con las áreas de Gobierno, Infraestructura, Planeación y Salud para abordar cada aspecto logístico y operativo de la transición. La funcionaria aseguró que las capacitaciones han sido claves para que los vendedores se familiaricen con las nuevas instalaciones y comprendan la importancia de las medidas de salubridad que deben seguirse en el nuevo mercado. Además, indicó que, a pesar de que muchos comerciantes han mostrado interés en el cambio, algunos todavía se muestran reticentes y escépticos, lo que ha llevado a las autoridades a implementar estrategias de comunicación más efectivas para fomentar la participación y la adaptación de toda la comunidad.
Perspectivas de los comerciantes de la antigua galería
Para muchos comerciantes y campesinos, la transición a la nueva plaza de mercado representa una mezcla de sentimientos. La antigua galería de Gigante, construida en la década de los 40, ha sido un pilar del comercio local, proporcionando a los vendedores un espacio donde han podido desarrollar sus actividades y sustentar a sus familias. Algunos vendedores relatan con nostalgia cómo iniciaron sus trayectorias comerciales en este lugar, el cual consideran un sitio emblemático del municipio y una pieza clave en sus vidas y en el desarrollo económico de la comunidad.
A pesar de estos sentimientos de apego, muchos han reconocido que el nuevo mercado ofrece mejores condiciones para el manejo y la venta de productos, con áreas más amplias, una distribución ordenada de locales y facilidades para la preservación de los alimentos. Sin embargo, otros ven este cambio con cierta preocupación debido a la adaptación que deberán hacer tanto ellos como sus clientes habituales, quienes deberán acostumbrarse a esta nueva dinámica de compra y venta. Para facilitar esta transición, las autoridades han venido organizando mercados campesinos todos los sábados en la nueva plaza, permitiendo que tanto los comerciantes como los clientes se familiaricen con el nuevo entorno y, gradualmente, vayan adoptando el cambio.
Objetivos de la nueva plaza de mercado
La nueva plaza de mercado de Gigante busca no solo proporcionar un espacio más adecuado y seguro para el comercio, sino también fomentar la organización y el desarrollo económico de la región. Al estar diseñada bajo parámetros modernos, la infraestructura permite una mejor organización de los productos, facilita la limpieza y reduce la posibilidad de contaminación cruzada, lo que se traduce en una mejor calidad de los productos alimenticios que llegan a la mesa de los hogares de Gigante y sus alrededores.
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Este nuevo espacio también se proyecta como un impulso para la economía local, ya que permite a los comerciantes tener acceso a un lugar de trabajo más atractivo y accesible, lo cual podría incrementar el flujo de compradores y fomentar el comercio de productos regionales. Por ello desde la secretaría de salud departamental se ha enfatizado en la importancia de que el mercado cumpla con estándares de calidad, permitiendo que los consumidores tengan mayor confianza al adquirir sus alimentos.
Se espera que la nueva plaza de mercado esté funcionando plenamente a mediados de 2025, momento en el cual la antigua galería será cerrada definitivamente. Hasta entonces, se mantendrá un proceso de transición en el cual ambas plazas operarán en paralelo, lo que permitirá a los comerciantes y compradores adaptarse de manera paulatina a las nuevas instalaciones. Este periodo de ajuste también ofrece una oportunidad para resolver cualquier inconveniente o ajuste que pueda surgir en el manejo del nuevo espacio.
Si bien la nueva infraestructura representa una mejora en términos de seguridad alimentaria y modernización, el proceso de adaptación y aceptación por parte de los comerciantes y compradores locales plantea una serie de desafíos que demandan sensibilidad y paciencia. La transición requiere no solo de infraestructura adecuada, sino también de un acompañamiento continuo que permita que este espacio, en teoría superior, realmente cumpla con las expectativas de los comerciantes y respete el valor histórico del mercado tradicional.