DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
El llamado ‘Ajedrecista’, exjefe del poderoso cartel de Cali, cumplía una pena de 30 años de cárcel.
A las 6:54 de la tarde del martes, en un centro asistencial anexo a una cárcel de mediana seguridad en los Estados Unidos, murió el excapo del narcotráfico Gilberto Rodríguez Orejuela, uno de los protagonistas de la sangrienta guerra entre carteles de la droga que atemorizó al país en la década de los 80 y mediados de los 90.
A los 83 años de edad y mientras cumplía una sentencia de 30 años de prisión por narcotráfico, el excapo murió por “una complicación por un linfoma cerebral”. Según se estableció, el excapo había logrado superar un cáncer de colon y de próstata que sufría hace años.
En marzo de 2020 había pedido su libertad argumentando que por las enfermedades que padecía estaba en mayor riesgo en caso de contraer covid-19, pero esa petición le fue negada.
Rodríguez Orejuela fue extraditado a Estados Unidos en 2004, y tenía orden de libertad para el 2 de septiembre del 2030.
Década sangrienta
Gilberto –llamado ‘el Ajedrecista’– y su hermano Miguel, que sigue preso en una cárcel de Estados Unidos, fueron por años las cabezas del poderoso cartel de Cali. Y, en su momento, fueron dos de los delincuentes más buscados en el mundo, vinculados a millonarios cargamentos de cocaína sacados del país y señalados, además, de penetrar con sus dineros ilegales sectores políticos, económicos, empresariales y hasta deportivos en territorio nacional.
Desde su fachada de prósperos empresarios, los capos de Cali se movían en exclusivos círculos del país, al tiempo que enviaban con sus socios cargamentos de droga especialmente a Estados Unidos. Eran anfitriones de fiestas lujosas, patrocinaban reinas de belleza y artistas, financiaban políticos y tenían en su nómina una red de corrupción e informantes que les permitían estar al tanto de los operativos que las autoridades planeaban contra su organización ilegal.
Parte de su fortuna proveniente de actividades ilegales terminó siendo legalizada en cientos de empresas como Drogas la Rebaja, una reconocida compañía de venta de medicamentos que tuvo sedes en todo el país, y en el club de fútbol América de Cali, que en su momento estuvieron en la llamada lista Clinton y que luego de años de castigo salieron de ese listado negro.
Rodríguez aparece como uno de los cerebros de uno de los capítulos más graves de la política del país: el ingreso de dineros ilegales a la campaña presidencial del entonces candidato Ernesto Samper Pizano, que dio origen al proceso 8.000 y que puso en su momento a dar explicaciones a funcionarios del Gobierno Nacional y al mismo presidente por sus relaciones con el cartel de Cali.
Previo a su muerte, el excapo dejó un documento que pidió sea entregado a su familia para que defina su suerte. El documento podría tener revelaciones del ‘Ajedrecista’, quien tras su extradición a Estados Unidos en diciembre de 2004 no entregó información contra sus socios y las personas en su nómina. En palabras de los exjefes del cartel, han guardado “prudente silencio” desde sus celdas en EE. UU.
En ese país, Gilberto y Miguel Rodríguez firmaron un acuerdo que incluyó la aceptación de los cargos por los que eran procesados, la entrega de 2.100 millones de dólares y una cláusula para intentar mantener a salvo de la extradición a miembro de su familia. Según información de la Policía, en el prontuario del excapo en su larga vida criminal aparecen señalamientos por narcotráfico, secuestro, amenazas a funcionarios judiciales, hurto y enriquecimiento ilícito. Con información de El Tiempo.