Luis Humberto Tovar Trujillo
De todos es conocido, lo que llamamos de publico conocimiento, la jefatura de debate del gobernador, en la campaña de su mentor Villalba.
Ha llegado a tal punto del descaro y del cinismo evidente, que, en los actos públicos, y me atrevo a pensar que, en los privados, con mayor razón, acuden, entiendo, que, con su autorización, si es que tiene capacidad de decisión y autoridad alguna, a que promotores de esa campaña, incluso conocidos funcionarios y exfuncionarios del gobierno Villalvista de antes, utilicen esos escenarios para la algarabía correspondiente.
Pero mientras eso sucede, mientras el gobernador mira para otro lado, su campaña, la guerrilla de todos los pelambres se ha tomado a mansalva y sobreseguro el departamento, en una clara demostración de ineptitud e incapacidad del gobernante regional, fiel interprete de la misma enfermedad del de Bogotá.
Hoy todos los sectores económicos, están siendo victima de los delitos atroces, que siempre ha practicado le delincuencia armada; y la autoridad como si no fuera con ellos.
Esto, sin contar la podredumbre rampante por todos los escenarios del Departamento, testigo mudo de todas aquellas épocas, negras del Huila, regido entre otros, por el candidato del gobernador, y otros aliados suyos, hoy, predicadores de la moral publica, después de habernos inundado, casi ahogados, por la corrupción en sus épocas pretéritas.
El mentor del gobernador es el responsable de la corrupción anterior, y actual, pero se digna, en alucines a ese cáncer, que llevo a que las instituciones estén hoy carcomidas, y en cuidados intensivos.
El gobernador y su candidato, representante del partido Liberal, hoy aliados del actual gobierno, que cada día aniquila a Colombia, es decir, aliados para la destrucción de nuestro país, pecando y andando con camándulas ofreciendo el oro y el moro a los huilenses incautos, valiéndose de todos los recursos habidos y por haber, para continuar sometiendo a los electores y al Huila en general, a ese martirologio interminable, de ahogarnos en ese fandango letal de la corrupción.
Esos son los autores, muy responsables, por cierto, de la destrucción del país y del Huila, y quieren mantenernos en esa desgracia, y mientras cohonestemos con situaciones de esas, seremos esclavos de nuestra propia desgracia, por permitir que en momentos electorales seamos capturados por esa desgracia de la destrucción, teniendo como lideres la corrupción y el narcotráfico.
La estrategia es, nada que tenga que ver con el actual gobierno, y menos con aquellos que regionalmente sean aliados de ese toxico presidencial que a sabiendas destruye a Colombia.
Hay que elegir personas descontaminadas de las actuales estructuras delincuenciales que han llevado al abismo a Colombia y a nuestro departamento, además, por pura higiene.
