El presidente Gustavo Petro ha hecho una denuncia sobre la existencia de redes integradas por miembros de las Fuerzas Militares y civiles, dedicadas al tráfico masivo de armas legales del Estado colombiano.
Esta revelación ha sacudido los cimientos de la seguridad nacional y ha generado un llamado urgente a la acción.
Durante una declaración realizada en la Casa de Nariño, el presidente Petro expuso detalles sobre el descubrimiento de un masivo faltante de municiones y explosivos en la base militar de Tolemaida y en guarniciones de la Brigada 10 en La Guajira. Se estima que estas pérdidas incluyen más de un millón de piezas de municiones de diferentes calibres, así como granadas y armas de alta potencia, como misiles antitanque.
El presidente Petro subrayó la gravedad de la situación, señalando que estos faltantes no pueden explicarse de otra manera más que por la existencia de redes delictivas dentro de las Fuerzas Militares y la complicidad de civiles en el comercio ilegal de armas. Además, confirmó que explosivos utilizados en ataques previos, como los ocurridos en la vía Medellín–Bogotá, provinieron de estas bases militares.
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Las investigaciones revelaron un inventario de faltantes en Tolemaida y La Guajira. En Tolemaida, se reportaron pérdidas significativas, incluyendo granadas de varios calibres y más de 600,000 municiones de calibre 5.56. Mientras tanto, en La Guajira, se encontraron aún más armas y municiones desaparecidas, como misiles Spike y Nimrod, así como más de 700,000 municiones de calibre 5.56.
El presidente Petro ordenó una investigación exhaustiva y el desmantelamiento inmediato de estas redes delictivas. Se espera que las autoridades judiciales tomen medidas contundentes para llevar a los responsables ante la justicia y evitar que este tráfico ilegal de armas continúe socavando la estabilidad del país.
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