Aníbal Charry González
A escaso un mes de terminar este desastroso gobierno de Duque, por fortuna, la escalada de corrupción avanza frenéticamente, al punto que desde ya podemos concluir que se trata del más corrupto de los gobiernos de que tengamos memoria en este país de gobiernos corruptos, que aspira en el corto tiempo que le resta a dejar raspada la olla podrida de la corrupción y el despilfarro demostrado con el favorecimiento a las mafias de la politiquería y a los integrantes del gobierno, que han quedado patentes en la prevaricadora suspensión de la ley de garantías, y otorgando beneficios de por vida al ministro de Defensa y otros funcionarios en sistemas de seguridad y camionetas blindadas, además de los costosos periplos con toda su familia y relacionados de más de 4 mil millones de pesos, para decir marrullerías que nadie le creyó en el concierto internacional .
Y es que sabemos que con la complicidad de Duque que avaló el asalto al erario, en el Mintic se robaron, o mejor, se abudinearon para utilizar una locución que inmortalizó la ministra del ramo,
70.000 millones que debían ser destinados a conectividad, y ahora para ponerle la tapa a la olla podrida, este gobierno no solo se empeñó en volver trizas los acuerdos de paz, sino que se robaron en coimas medio billón de pesos de sus recursos, según lo denunció la periodista de la revista Cambio Valeria Santos, entre funcionarios del Departamento Nacional de Planeación – DNP-, de la Contraloría General de la República -el ratón cuidando el queso-, y algunos congresistas, mejor dicho, las mafias de siempre.
Lo grave de estos robos sistemáticos, es que la ciudadanía solo puede atinar en medio de la indignación producto del descaro, a implorar que termine pronto este gobierno para que no sigan robando, pues se sabe y lo sabe Duque, que sus latrocinios quedarán en total impunidad pues no tiene juez que lo ronde, ya que las denuncias que se le formulen, como todas las demás que se le han formulado, van a la inoperante Comisión de Acusaciones garantizándola, así como se la han garantizado a todos los presidentes corruptos de la historia, que hace urgente y necesaria su eliminación para crear un juez que pueda meter en cintura gobiernos descarados y corruptos como el de Duque.
Porque este gobierno se gastó en forma infame en un año, los recursos destinados para la paz equivalentes a 10 años desviándolos para otros rubros, como lo denunció un medio internacional de comunicación que sindicó de hipócrita y de doble moral a Duque por elogiar en el extranjero los acuerdos de paz, mientras en Colombia hacia todo lo posible para frenar su implementación, destacando que no asistió a la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad, además de sindicarlo en forma canalla de sesgado, demostrando en realidad ser el peor enemigo del Acuerdo, que ha hecho posible que a la fecha se hayan asesinado más de 300 reinsertados y firmantes del mismo. Lo dicho: gobierno tunante y corrupto.