Los inmigrantes han sido siempre una parte importante de la vida en Estados Unidos. Hoy representan el 14,3% de los residentes en el país, una cifra cercana al récord histórico, que se dio en 1890, cuando eran el 14,8% de la población. Los 47 millones de personas nacidas en otro territorio tienen, mayoritariamente, documentos. Sin embargo, el 23% reside de manera ilegal.
El sistema migratorio, que es blanco de críticas tanto de demócratas como de republicanos, ofrece diferentes tipos de visas. La más conocida es la de residencia permanente, la Green Card, pero hay muchas otras opciones. Algunas están limitadas en el tiempo o a una actividad, pero son renovables y también pueden funcionar como primer paso.
Así las cosas, conviene contratar un abogado especializado dado que es muy útil conocer los requisitos para cada paso, que están publicados en la página del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS). Como no todas las visas otorgan los mismos beneficios, importa distinguir los tres grupos principales en los que se dividen y qué características tiene cada una.
Visas para trabajar
Ahora bien, para trabajar hay visas que permiten la inmigración y visas que no la permiten, como la del empleo temporal. Además, si alguien ya se encuentra en los Estados Unidos y tiene una posibilidad de trabajo que le interesa, puede solicitar un cambio en su estatus migratorio, bien para obtener una visa de no inmigrante que autoriza el empleo, o bien para solicitar también una solicitud de visa de inmigrante, según las circunstancias.
Las visas de trabajo que permiten la residencia permanente se emplean cuando, por ejemplo, una persona tiene una oferta de empleo en los Estados Unidos. También los familiares de un extranjero con estatus legal de no inmigrante (por ejemplo, cónyuges) pueden solicitar un Documento de Autorización de Empleo (EAD).
Visas por familia
Aquellas personas que tienen un familiar con residencia permanente legal en los Estados Unidos, ya sea mediante una Green Card o por adopción de la ciudadanía, pueden convertirse en residentes permanentes. El trámite lo inicia el familiar con el formulario I-130 y, como existe un límite anual para la cantidad de visas de este grupo, suele haber espera. El cónyuge de un ciudadano estadounidense (nativo o naturalizado) que haya muerto, puede solicitar una visa de viudo.
Visas por asilo
Estados Unidos recibe anualmente una cantidad de personas que buscan refugio de la persecución y la violencia por su etnia, su religión, su nacionalidad, su pertenencia a un grupo social determinado (por ejemplo, la comunidad LGBT+) o su opinión política. En 2020 el país admitió como refugiados a 11.840 personas y otorgó el asilo a otras 31.429. Para presentar esta solicitud es necesario estar físicamente en los Estados Unidos. El caso se ve en la justicia, donde se verifica la persecución, y es necesario cumplir con requisitos médicos y de seguridad.