Los neivanos cuando transitamos por las vías y andenes de la ciudad, nos encontramos con una gran cantidad de habitantes de la calle. Parecieran que fueran traídos de otras ciudades del país y los dejan en esta localidad. Son dantescos los dramas humanos que están viviendo estos seres humanos, que han sido olvidados por la sociedad moderna. El aumento del microtráfico y la falta de oportunidades, están generando una descomposición social al interior de las algunas familias colombianas. Las mismas políticas públicas por la mala aplicación de los instrumentos de la política económica, que formula el gobierno nacional, están generando una progresiva pauperización de las familias colombianas. Por tal motivo, se está generando escenarios propicios para que se aumente la mendicidad y que las calles se conviertan en su hábitat.
Otro factor distorsionante que complementa lo anterior, es el flagelo del desplazamiento forzado. El aumento del desbordamiento del orden público desde que asumió el actual gobierno ha provocado que este fenómeno social se este incrementando en todas las ciudades del país. A pesar de que teniendo en cuenta las alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo, desde la alcaldía de Neiva y el Departamento del Huila, se han activado acciones con el fin de contener de la mano de Policía y Ejército, el accionar de las disidencias de las Farc y otras organizaciones subversivas que se encuentran diseminadas por la mayoría de los territorios del país. Ya se tienen identificado que estos hombres cometen acciones delictivas y vuelven a los departamentos aledaños como el Tolima, Caquetá y Cauca.
Con esta presión narcoterrorista, muchas personas se ven obligadas a migrar hacia las ciudades y Neiva no es la excepción. Se ha convertido en un eje transversal de comunicación entre los departamentos del sur del país, como lo son: Putumayo, Caquetá y todo el desplazamiento forzado registrado o no, llega a la ciudad. Eso hace que las entidades destinen recursos económicos para contrarrestar este flagelo social, pero desafortunadamente los recursos disponibles, no alcanzan para atender a esta masiva presencia de habitantes en la calle. Inclusive, toda la gente que llega necesita que sean afiliados a EPS, educación para sus hijos, vivienda, servicios públicos.
Así que paralelo a lo anterior, se están incrementando también los asentamientos humanos subnormales. En Neiva hay 130, a pesar de que se han legalizado siete. Pero siguen llegando más desplazados por culpa de esta violencia irracional. Muchos no logran cupos en éstos, los cuales se ven obligado a pernoctar en los andenes de la ciudad. Es la triste realidad que la sociedad neivana está observando diariamente. La ciudad capital ya cuenta con el mayor número de víctimas de desplazamiento forzado y el número de habitantes de la calle, siguen creciendo.