Luis Humberto Tovar Trujillo
Pero no tanto; es importante tener en cuenta, y no perderle pista a cada uno de los pasos del elegido, no solamente en los momentos anteriores a la posesión, y sucesivos a esta, para saber en realidad de verdad, la coherencia o no, entre lo dicho en campaña, lo que dijo en el discurso de elección, y por, sobre todo, en el itinerario de gobierno.
Ahora vienen los análisis correspondientes; eso lo harán los analistas sin partido, absolutamente independientes, sin el compromiso del morbo partidista.
Se dice, y es muy popular, que como es el desayuno se sabrá lo del almuerzo.
Sin entrar en muchas consideraciones por ahora, solo me refiero a la solicitud expresa del elegido al fiscal general de la Nación, y a la Procuradora, en el sentido de liberar a los de la primera línea, capturados por los actos vandálicos de las pasadas manifestaciones delincuenciales, lideradas por el famoso Pacto Histórico.
Semejante acto, demuestra, y es extraño, por las posturas seudo intelectuales del elegido, que desconozca la constitución que tanto alarde hace de conocerla, máxime habiendo sido reiteradamente miembro de la comisión primera del senado, la constitucional, para hacer solicitudes absolutamente inconstitucionales e ilegales.
Una verdadera incitación, alardeando poder suficiente, para que las autoridades cometan el delito de prevaricato, este, que por lo que veo, será legalizado, con esas expresiones de prepotencia, propia de los tiranos, por ahora vistos en los paises que padecen la pandemia del socialismo del siglo XXI.
Y no sobraba el de la tribuna, aplaudiendo ese espectáculo grotesco, como fue su jefe de debate, manifestando sobre el tema que era una “solicitud respetuosa”.
De entrada, es una manifestación aberrante; por lo injurídico, pero también, por la creencia de que los colombianos son estúpidos de lesa humanidad, que solamente, la tribuna y sus animadores lo aplauden, por esos vicios e inclinaciones al sometimiento al poder, peor, en forma anticipada.
Preparémonos para lo que viene; ojalá esté equivocado, pero se viene un revolcón institucional, no para el bien de Colombia, por los antecedentes del elegido, sino para el bien de los enemigos del país, para legalizar su enemistad patriótica.
Que hay muchas cosas que corregir, es evidente; tan evidente, que ni el congreso, ni las cortes, ni el mismo ejecutivo han querido ver en muchos años, que llevó al deterioro institucional, a tal punto, que el resultado es lo que estamos viendo, y seguiremos viendo.
Por ahora, Duque ya colocó la cuota inicial del nuevo gobierno; no fumigar; estamos ante una economía cocalera, y con un estado legítimo narco cocalero.
