Por: Margarita Suárez
Deshojando Margaritas
El locutor Hernando Perdomo Ch., fue uno de los primeros huilenses en destacarse a nivel nacional en ese oficio. Su espectacular voz y su personalidad carismática lo convirtieron en un gran señor del micrófono. Llegó a tener tanto éxito en las transmisiones en El Campín de Bogotá, que a un pedido suyo se silenciaban las barras o se prendían las ovaciones. Impuso un estilo. Según recuerda el veterano periodista y promotor musical, Édgard Hozzman, Hernando conformó con Hernán Peláez, Pastor Londoño, Jaime Ortiz Alvear y Óscar Restrepo Pérez el más famoso y nunca igualado equipo deportivo de Colombia. Eran los dueños de la sintonía. “Nunca más el fútbol radial tuvo tanta pasión en narración, en comentarios acertados, en lectura de comerciales y en reseñas periodísticas como en esa época”, dice Édgar. Otro personaje del Huila, su colega Fernando Calderón España, recuerda a Perdomo Ch. con gran afecto. Al llegar a Caracol encontró en Hernando la calidez de nuestra idiosincrasia de origen, la compañía espontánea y afectuosa en esos pasos iniciales, en una empresa radial poderosa, que constituía para Fernando la cúspide de su carrera como locutor. Recuerda que cuando Perdomo viajaba al exterior, era su suplente
en la lectura de la Cabalgata Deportiva. Fue quien le enseñó a leer comerciales deportivos.
Compartió viajes con él y con Hernán Peláez. Dice que Perdomo Ch. era jovial, muy dispuesto a la solidaridad por paisanaje y colegaje. “Su voz era clara y tenía la nitidez del sonido del rio cuando atraviesa la labranza”, recuerda Fernando. “Sus tonos medios y altos los hizo populares, y como el violín, podía cambiar el sonido de acuerdo con la frotación de las cuerdas”, afirma Fernando. Cuando regresó al estadio El Campín, después de estar retirado por una década, tenía 64 años. Los medios comentaron que su timbre de voz seguía tan afinado como en aquellos años de finales de los 70 y mediados de los 80, en los que hizo una pareja inolvidable con Hernán Peláez, primero en Todelar y luego en Caracol. Hernando falleció el pasado jueves Santo, pero no se sabe por qué razón su familia no permitió divulgar la noticia hasta el lunes de Pascua. Paz en la tumba de una de las mejores voces de la radio colombiana.