Por: José Eliseo Baicué Peña
Se sabe que el primer partido oficial de fútbol femenino fue realizado en Inglaterra en el año de 1895, organizado por el British Ladies Football Club, la primera asociación femenina de futbol de la que se tiene conocimiento, aunque, parecen existir evidencias del balompié femenino de muchos años más atrás.
En las primeras décadas del siglo XX se llevaron a cabo muchos partidos femeninos y diversos torneos nacionales e internacionales que fueron impulsando paulatinamente este deporte en las mujeres.
Hay que decir, que la Primera Guerra Mundial fue determinante para proyectar la práctica del futbol femenino, debido a que los hombres se fueron a las filas, y las mujeres ingresaron a la fuerza laboral, y participaron en los torneos que los hombres realizaban. Ya en 1991 se jugó la primera copa mundial femenina en China, la cual fue ganada por los Estados Unidos.
Hoy, en el mundo hay mucha expectativa y admiración por los buenos resultados de selecciones de futbol femenino en los diferentes torneos del globo. Mientras escribo estas líneas, Colombia está eufórica por el reciente triunfo de la selección ante Nigeria en el mundial sub-17 que se disputa en la India.
Este domingo se enfrenta a España en la final del campeonato, y hay mucha esperanza en que Colombia sea campeona del mundo con estas talentosas y guerreras jovencitas que le están demostrando al país y al mundo que sí es posible lograr nobles metas pese a las dificultades y pocos apoyos al deporte en casi todas las disciplinas.
Esta creciente pasión por fútbol femenino ha provocado mucho entusiasmo y esperanza no sólo en Colombia y Suramérica, sino en todo el mundo. Los torneos se realizan en los diferentes horizontes y se vislumbra un buen porvenir para este deporte en los próximos años.
La euforia ha surgido de las mismas mujeres y familias de las deportistas, pero, también de los hombres, de las organizaciones, de las escuelas deportivas, de la academia y hasta de la política misma. Tal vez, por esto el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol viajó a Bombay y compartió una larga jornada con las jugadoras colombianas 48 horas antes de la disputa por el título mundial. Les dijo que si habrá premio para ellas, aunque en días anteriores había manifestado lo contrario.
Lo que sí resulta lamentable es que en Colombia no haya una liga femenina de fútbol, lo que impide, por supuesto, apoyos económicos y respaldo institucional a estas gladiadoras del balompié.
Ganen o no, ojalá se siente un precedente y las directivas del futbol colombiano tomen medidas y decidan la creación de la liga y la implementación de políticas que contribuyan al respaldo y crecimiento del fútbol femenino a partir de este domingo.
Ellas están escribiendo la nueva historia del país a través del fútbol.
Me atrevo a dar mi marcador: Colombia 2, España 1.