Por: Harold Salamanca
Cuando apenas estamos conociendo los verdaderos efectos del Covid-19 sobre la salud de los humanos, y hemos evidenciado la capacidad que tiene un virus de poner en aprietos a los servicios de salud mejor preparados del planeta, (situación que era impensable hace dos años), nos sorprendemos con la noticia de la aparición de un nuevo virus denominado “la Viruela del Mono”, que se transmite de animales a humanos y del cual, se han confirmado más de 600 casos en 20 países, entre ellos 12 en Estados Unidos.
La realidad nos pone de frente a la vulnerabilidad que tenemos como especie frente a nuevas enfermedades que sin duda alguna seguirán apareciendo, a pesar de los grandes avances tecnológicos en temas sanitarios. Dicho esto, pienso que es el momento de capitalizar los errores cometidos en el manejo de la pandemia del Covid-19 y en otras anteriores. Uno de ellos, por lo menos en Colombia, fue el tiempo valioso que se perdió por querer centralizar el análisis de las pruebas PCR, en el Instituto Nacional de Salud (INS), cuando estas estaban disponibles en hospitales y laboratorios clínicos de todo el país.
En todo caso para hacer frente a este y a los nuevos virus, la clave es la velocidad y la rapidez con que se determine cuál es la prueba idónea para detectar a los portadores, cuál es la capacidad de aplicación de pruebas y análisis de las mismas, a cuál población se le debe aplicar la prueba de forma prioritaria ya sea por su vulnerabilidad o por su velocidad de contagio en determinadas comunidades, verificar en el arsenal de vacunas disponibles, si hay alguna que lo combata de forma eficiente, y luego organizar la logística de vacunación por grupos de riesgo.
Sin duda, los grandes retos a los que se enfrenta la comunidad científica pasan por los siguientes aspectos: i) Interrumpir la transmisión de enfermedades como el Covid – 19 y la Viruela del Mono que no se ven, y ii) Explicar a la humanidad el peligro real que enfrentamos con cada virus. Por lo visto, el planeta vive y vivirá en permanente emergencia de salud pública por cuenta de los virus que estamos padeciendo y los que vendrán, si como sociedad no nos tomamos en serio esta realidad y actuamos con prontitud, nos veremos avocados a tener que lidiar con los estragos sociales, psicológicos y económicos que dejaría a su paso una nueva pandemia.