La comunidad de La Plata, Huila, salió a las calles para exigir la liberación de Ángela Valentina Gómez Campos, secuestrada el 11 de septiembre. Este hecho, que suma ya 15 días, refleja la grave situación de seguridad en la región.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
La angustia y la incertidumbre siguen reinando en el occidente del Huila, donde la comunidad se congregó este jueves en una multitudinaria movilización para exigir la pronta liberación de Ángela Valentina Gómez Campos. La joven fue secuestrada el pasado 11 de septiembre en La Plata, presuntamente a manos de grupos armados que operan en la región, sumando ya 15 días en cautiverio.
Este lamentable hecho ha conmocionado a los habitantes del municipio, quienes no han dejado de manifestar su preocupación y apoyo a la familia de Ángela Valentina. Amigos, familiares y vecinos de la comunidad han alzado sus voces en unidad, demandando su regreso a salvo. La marcha, organizada por personas cercanas a la joven, fue un llamado urgente a las autoridades y a los grupos armados para que detengan este acto violento y permitan su retorno seguro.
Una región golpeada por los secuestros
El secuestro de Ángela Valentina no es un caso aislado. En los últimos meses, el Huila ha sido escenario de una alarmante ola de secuestros que ha sembrado temor y zozobra en la población. A finales de agosto, el caficultor Álvaro Losada Vega fue secuestrado en la zona rural del municipio de El Pital, aparentemente trasladado por disidencias de las FARC hacia el departamento del Cauca. A la fecha, Losada lleva más de un mes en cautiverio.
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Esta semana, un tercer caso sacudió a la comunidad huilense: un joven de 19 años fue secuestrado en el municipio de Garzón. Aunque los detalles sobre este incidente son aún inciertos, la población espera que las autoridades actúen rápidamente para garantizar su liberación.
La movilización: un grito desesperado por la paz
La marcha en La Plata se ha convertido en un símbolo del creciente descontento social frente a la situación de seguridad en el Huila. La desaparición de Ángela Valentina ha despertado no solo una ola de solidaridad, sino también de indignación y exigencias por parte de una comunidad que se siente vulnerable ante la violencia.
“Ángela es más que un nombre; es una hija, una hermana, una amiga. Su risa ha llenado nuestras vidas de alegría y su amor ha sido un faro en nuestros momentos más oscuros. Sin embargo, esas luces ahora se ven apagadas por un proceso que no solo ha lastimado a Ángela, sino también a todos nosotros”, expresaron los organizadores de la movilización.
La comunidad huilense exige la intervención eficaz de las autoridades para frenar la creciente ola de secuestros y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Estos actos de violencia no solo afectan a las víctimas y sus familias, sino también al tejido social de la región, generando un ambiente de miedo e incertidumbre.
Un llamado urgente a la acción
Mientras la angustia persiste, la población de Huila continúa esperando respuestas. La situación actual demanda no solo la acción de las fuerzas de seguridad, sino también la intervención del Gobierno y la comunidad internacional para presionar a los responsables y asegurar la liberación de los secuestrados. Cada día que pasa sin noticias de Ángela Valentina y los otros cautivos es un golpe más para sus seres queridos y para una comunidad que lucha por recuperar la paz.
La movilización de este jueves deja en claro que los habitantes del Huila no están dispuestos a quedarse en silencio. Sus voces claman por justicia, paz y el retorno seguro de Ángela Valentina Gómez Campos, así como de todas las víctimas que siguen en manos de los grupos armados.
El tiempo corre, y la esperanza de ver a Ángela Valentina de vuelta con su familia se mantiene viva en el corazón de todos los que, desde cualquier rincón del Huila, alzan su voz para exigir el fin de estos actos de violencia que tanto dolor han causado.
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