En la tertulia semanal del pasado martes, se dio cita a una charla cuyo tema principal es la seguridad en el departamento del Huila.
DIARIO DEL HUILA, EL BOTALÓN
Por: Cr. (r) Danilo Andrés Arboleda Martínez (Conferencista invitado)
En éste interesante coloquio se expusieron los puntos de vista en cuanto a los flagelos que azotan a la capital del departamento y a los 36 municipios restantes, agrupados en cuatro subregiones. El tema central del conversatorio fue la alteración, no solamente vista como percepción de inseguridad, sino tomada como una situación real y actual del territorio.
El ponente, con conocimiento e información de gran valor, expone cuál es la problemática central en este enclave estratégico huilense.
Se hace una radiografía del panorama político nacional antes de las elecciones presidenciales y posterior a las mismas, en donde es electo el actual presidente de la república, Gustavo Petro Urrego. Este panorama se ha transformado, marcando un drástico giro desde su elección y posesión hasta nuestros días. Se analizó también el panorama político por departamentos y la forma como las regiones ejercieron su voto según su preferencia ideológica y política, el cual se mostró mucho más variado.
Los índices de popularidad del inquilino de la casa de Nariño, a pesar de no ser los más bajos desde su posesión, nos muestran aún cifras en rojo ante la pregunta: ¿Usted aprueba o desaprueba la forma en cómo se está desempeñando su labor como presidente de Colombia? el resultado oscila entre un 58% a 60% de rechazo y un 33% a 35% de respaldo, según dos firmas encuestadoras, con pocos días de diferencia en la toma de la muestra.
Se analizaron índices de criminalidad y delitos de alto impacto en todo el departamento, arrojando un resultado preocupante que no señala que la capital opita es más insegura que lo que las estadísticas, los números y las autoridades nos revelan.
Cuando se revisa la información del departamento discriminada por municipios, el volumen de delitos que aporta Neiva es tan grande, que no permite la visualización del problema en el resto de los municipios.
La tipificación del delito nos muestra los de alto impacto en el departamento del Huila donde encontramos, homicidios, lesiones personales, hurtos comerciales, motocicletas, personas, residencias, celulares, secuestro y un preocupante repunte de la extorsión en todas sus modalidades.
De igual forma, se analizó el detonante que provocó la suspensión del cese al fuego bilateral en tres departamentos, e internar en cuidados intensivos el proceso de la “PAZ TOTAL” con grupos terroristas “disidentes” del primer proceso. Y fue nada más y nada menos que el asesinato a sangre fría de la lideresa indígena Nasa en Toribio (Cauca), Carmelina Yule Paví, al oponerse al reclutamiento forzado de un menor de edad de su comunidad y rescatarlo de manos del grupo que lo tenía retenido.
Algo muy preocupante son las denuncias de esa comunidad al afirmar que en el 2023 hubo más de 150 menores de edad reclutados de manera forzosa por parte de estos grupos armados. Es tal la gravedad del asunto en miras de no enlodar el proceso de “PAZ TOTAL” que se adelanta, que no se escuchan mayores expresiones al respecto, con el agravante que la persona que lo denunció fue asesinada. Con respecto al tema, es imperativo desempolvar las alertas tempranas e informes de riego, relacionados con reclutamientos forzados de niñas, niños y adolescentes en todas las regiones del país.
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En cuanto a la suspensión del cese bilateral en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle, se presenta la respuesta alevosa e intimidante de un subversivo conocido con el alias de “Marlon Vásquez”, hombre de confianza de alias “Iván Mordisco”, que en retaliación a la presión militar ejercida, obliga a los terroristas a reorganizarse y desplazarse a nuevos territorios en el Cauca (Tierra dentro) y sur del Tolima (Ataco, Chaparral, Planadas, Río Blanco), en donde históricamente han tenido su fortín, donde comunica la creación del Bloque Central Isaías Pardo y su expansión a los departamentos de Huila, Tolima, Valle y Quindío. Frente a la estrategia denominada “Plan Nacional de Reconstrucción de las FARC-EP”.
No resultan sorpresivas las declaraciones del alto comisionado para la paz Otty Patiño excombatiente del grupo guerrillero M-19, en donde afirma que: el anuncio de los miembros del Estado Mayor Central (EMC) obedecen a una “reorganización interna que conducirá a respetar la población y el cese al fuego”, habla de “responsabilidad y centralización” en la estructura subversiva, “respetando los derechos y libertades de la población”. En concepto del conferencista, “resulta cautivadora la inocencia de este noble colombiano, al cual vemos cómo hace profundas reverencias a las intenciones de estas facciones terroristas”.
Por otro lado, y contrario a las declaraciones del Alto Comisionado de Paz del Gobierno Nacional, salen las proclamas del ministro de defensa afirmando lo siguiente: “Sabemos que esta es una organización que ha aprovechado el cese al fuego para incrementar su número de (hombres), consolidar territorio y para tratar de incrementar el poder ilegal del territorio”, señaló el ministro Velásquez en una declaración pública.
En realidad, pareciera que no hay un direccionamiento claro en cuanto al tema de la “PAZ TOTAL”, dado que no se evidencia una hoja de ruta clara, el direccionamiento estratégico del alto gobierno es confuso, demasiado activismo ideológico en torno a este importante asunto; ceses bilaterales sin protocolo y sin acuerdos previos, poca o nula actividad del mecanismo de verificación y monitoreo, para una débil credibilidad del proceso frente a la sociedad colombiana.
Mientras todo esto sucede el Huila sigue bajo fuego, sin un solo municipio priorizado en el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) instrumento de gestión y planificación del gobierno colombiano cuyo objetivo es impulsar el desarrollo económico, social y ambiental, en aquellas zonas del país más afectadas por el conflicto armado, y el Huila prácticamente por fuera.
Qué pasa con los extensos y desgastantes “Concejos de Seguridad” que no conducen a nada.
Se requiere la conformación de mesas técnicas en seguridad ciudadana y orden público, conformados por veteranos de la Fuerza Pública (Ejército, Armada; Fuerza Aérea y Policía Nacional) con enfoque a la seguridad multidimensional; por parte del gobierno nacional replantear la continuación del cese bilateral, funcionamiento de mecanismos de verificación y monitoreo, organización de frentes de seguridad ciudadana, fortalecimiento de redes de cooperantes del Ejército y Policía Nacional, conformación de observatorios de seguimiento delincuencial y análisis de estrategias de seguridad y convivencia ciudadana conformados por analistas expertos en el tema (veteranos de la Fuerza Pública de todas las fuerzas).
Destacado 1: La seguridad ciudadana por el piso, el orden público alterado, demasiado preocupantes los atentados terroristas con explosivos en contra de locales comerciales que muy seguramente se niegan a pagar extorsiones por diferentes motivos, esto nos lleva a las siguientes reflexiones.
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