Pasados cinco años desde mi última columna de opinión agradezco a la familia Diario del Huila el permitirme retomarla. Pretendo de nuevo aportar al desarrollo de la región opinando de manera objetiva, privilegiando el pensamiento crítico e independiente.
Coincide esta fecha exactamente con el quinto mes de la partida a la eternidad de mi padre el pasado 26 de mayo, la cual no podría dejar pasar en alto y agradezco me comprendan al referirme a algo personal. Eduardo Yepes Falla, padre, esposo y excelente miembro de familia quien ejerció su profesión de abogado y finalmente culminó su andar profesional como Magistrado del Consejo Seccional de la Judicatura, fue un gran exponente de una generación que se nos está yendo poco a poco, han sido forjadores de una Neiva ejemplar, de marcados principios de honestidad, tenacidad y sobre todo buenos seres humanos.
Recordarlo junto a sus amigos y parientes me agrada, me satisface encontrar en mis charlas personas que lo apreciaban y hoy lo recuerdan como un hombre ejemplar y, a pesar de nuestro inmenso dolor, disfrutamos de las anécdotas con su primo Alfonso Trujillo Falla, siempre cargadas de cariño y fino humor, del recuerdo de sus largas y agradables charlas con Tulio Gutierrez y Felix Trujillo – Felijillo entre muchos otros.
A él y en nombre de mis hermanos y mi madre, mujer igualmente ejemplar y a quien seguiremos arropando con todo nuestro amor, le quiero dedicar esta primera columna, para que me guíe y me siga impartiendo desde donde esté su legado de honestidad y buen proceder. La siguiente es parte de la oración que le dedicamos ese 26 de mayo, día que nunca quise que llegara.
“Padre Amado fuiste y serás el mejor hombre que conocimos, doy gracias a ti Señor por darme tan increíble persona como lo fue él, bondadoso, amoroso, lleno de ideales y virtudes. Nos queda de él su sabiduría, humildad e inteligencia, es más de lo que pudimos esperar en nuestras vidas.
Solo te pedimos Señor que puedas darnos Paz y tranquilidad, que podamos encontrar fortaleza en sus recuerdos y sabiduría en sus enseñanzas.
Papá desde donde nos veas siéntete orgulloso de tus hijos, ya que por ti es quien somos hoy y por tus enseñanzas nos hemos vuelto una mejor persona. Señor todopoderoso y eterno danos la Paz.”
