Neiva vivió una noche de arduo trabajo para el Cuerpo Oficial de Bomberos, que se desplegó por distintos puntos de la ciudad para controlar varios incendios forestales que amenazaban el medio ambiente y la seguridad de la comunidad.
El primer llamado de emergencia llevó a los bomberos al barrio La Orquídea y a la vía hacia Vegalarga, en el oriente de la ciudad. Allí, las llamas arrasaron con áreas de vegetación, afectando también a la fauna local. En este sitio, la colaboración de los bomberos voluntarios fue crucial para controlar el fuego y evitar que se propagara aún más.
Mientras tanto, en el norte de Neiva, otro incendio de cobertura vegetal se desató en el barrio El Cortijo y cerca del conjunto residencial Caña Brava. Las unidades de bomberos respondieron rápidamente, logrando sofocar las llamas antes de que causaran daños mayores.
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El sur de la ciudad no estuvo exento de incidentes. La subestación de bomberos, con cuatro unidades y 01 máquina extintora, se movilizó al barrio Tejares y a Encenillo, donde combatieron otro incendio de cobertura vegetal. Además, en medio de la noche, las unidades realizaron dos controles de abejas en el sector, protegiendo así a los vecinos de posibles picaduras.
Para enfrentar estas emergencias, se desplegaron 03 máquinas y 14 unidades bomberiles a lo largo de la ciudad. Debido a la gravedad y frecuencia de los incidentes, se activó el grupo de investigación de incendios con el objetivo de determinar las causas de estas conflagraciones, que se han vuelto recurrentes en la ciudad.
Las autoridades recuerdan a la comunidad que las quemas están estrictamente prohibidas. La prevención es clave para evitar tragedias y proteger tanto el medio ambiente como a la fauna que habita en estas zonas.
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