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 Incrementar aranceles a prendas importadas, ¿realmente beneficia a la Industria textil?

Ene 23, 2023

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El Gobierno de Colombia sancionó el decreto 414 de 2021 que modifica el decreto 2153 de 2016 por un período de dos años a partir de la fecha de entrada en vigor y con el fin de elevar los aranceles a la importación de confecciones, prendas de vestir, para la protección de la industria local. Con la entrada en vigencia del decreto, consultamos a personas vinculadas al sector. 

El Gobierno Nacional firmó el decreto 2598 el 23 de diciembre de 2022, que impone un arancel de 40% a los textiles importados como: Breska, Zara, Pullandbear, H&M, entra otras marcas, esto sin duda es una buena noticia para el sector textil colombiano🇨🇴, puesto que esto permitirá una mejor competencia nacional. 

Establecer un arancel del cuarenta por ciento (40 %) ad Valorem a las importaciones de cualquier origen de nación más favorecida (NMF), para los productos clasificados en los capítulos 61 y 62 del Arancel de Aduanas Nacional”, dice el Decreto*.

Este sector textil y de confeccione, aspira a tener grandes cifras este 2023 y desde ya las promociones salen a relucir en los carteles de estás marcas 100% nacionales.

«No solo se brindarán promociones que estarán sobre el 30% de descuento en la compra de prendas, lo más importante, sin duda, es generar puestos de trabajo en nuestro país y el sector de la economía impulsa 37 subsecciones de la economía” explicó Wilson Vergara, Gerente de un gran centro comercial en Bogotá 

Los precios y descuentos se llevarán de manera uniforme en los más de 700 locales del corazón mayorista de textiles y confecciones, en donde se encontrarán los mejores precios en prendas para todos, con el propósito de continuar con la fluidez de ventas. También este gremio comercial ha diseñado una estrategia para las personas que quieran emprender este 2023, con precios más bajos lo puedan hacer, pues diariamente más de 50 mil personas frecuentan este comercio con el propósito de surtir sus negocios, adquirir prendas al detal y ayudar a la industria textil del país.

Por otra parte, el comercio electrónico en Colombia creció más de un 40% desde el año 2021 y se ha mantenido con el mismo porcentaje hasta este año, según un informe presentado por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE).

Para evitar aglomeraciones y largas filas, los clientes podrán seguir disfrutando de comprar ropa a través de internet,  en donde se manejan los mismos descuentos y promociones. Con esta propuesta buscan competir con las grandes plataformas digitales, que brindan sus servicios a las personas que prefieren recibir sus compras desde casa, para agilizar tiempo y comodidad de sus clientes.

Se afectan toda clase de prendas confeccionadas en el exterior.

Visión desde el Huila 

Eduard Martínez es un ingeniero industrial vinculado a la industria de la confección como empresario y como maquilador en algunos casos. Eduard nos entregó su punto de vista en torno a este arancel que considera importante siempre y cuando no incluya las telas, porque de ser así, no estaríamos haciendo nada.

Con más de 30 años de experiencia en el sector, Eduard contó inicialmente, un poco de su participación en el negocio como gran empresario, las altas y bajas de esta industria que evoluciona de acuerdo a como lo hace el mercado internacional.

“Tuve empresa durante unos 22 años, durante diferentes altibajos, con más de 60 empleados, en ese caso en Bogotá de donde soy oriundo y luego me reduje, hace unos cuatro años nos vinimos para la ciudad de Neiva y hemos vuelto a montar empresa, estamos empezando de nuevo”, contó.

En la primera etapa se dedicaba al maquilado, trabajando para terceros, para grandes marcas como “Fuera de serie”, entre otras que a su vez van cambiando de acuerdo a cómo cambia el mercado. 

Al preguntar sobre la confección en el Huila,  Eduard, tiene claro que es muy incipiente y casi que por tradición,  “digamos que es como muy artesanal, el que sabe cocer acá lo ha hecho por tradición, le aprendieron a la mamá a la abuelita y así va de generación en generación, pero que haya una industria en el Huila que haya generado a través de la tecnología un trabajo organizado no la ha habido», agregó.

Comparte que en el caso de la nueva empresa han ido a buscar personal calificado incluso al Sena, y no existe el trabajador especializado que aplique la tecnología, “toca casi que empezar a formarlos desde cero en la propia empresa”, dijo.

Están en un proceso de formación con el personal nuevo para enseñarles desde una forma industrializada. En la industria lo que se necesita además de la tecnología es contar con las herramientas que faciliten el proceso de la parte operativa.

Actualmente trabajan tres líneas de confección; la femenina que incluye todas las prendas, la masculina con camisas más informal y una tercera que es tejido de punto que es la línea de camisetas.

Eduard Martínez, es ingeniero industrial egresado de la universidad Distrital y toda la vida ha estado vinculado a la industria de la confección por lo que habla con propiedad del negocio que conoce.

Aparte de la formación universitaria, reconoce el aporte que le hizo el Sena, al igual que el Banco Andino en donde adquirió formación financiera. 

Ya sobre el tema del 40% de arancel a la importación de confecciones, lo que no tiene claro es hasta donde va el alcance ya que dice que ese 40% aplica también para los insumos y textiles y de ser así, para él “no estaríamos haciendo nada, porque la mayoría de las telas que se utilizan actualmente son importadas. Si aplica solamente para la ropa importada si será un beneficio, ya que esto fortalecería las empresas de confección en Colombia”.

Lo que tiene claro es que si los quieren hacer competitivos los tienen que poner a los niveles de los precios que cuesta traer una prenda o tela del exterior. El colombiano lo que quiere cuando va a adquirir una prenda confeccionada en el país, es que esa camisa o ese pantalón, por ejemplo, estén elaborados con telas de buena calidad.

En conclusión, para Eduard se requiere mucha tecnología para competir con calidad y en cuanto el arancel no va servir si cobija las telas que se necesita importar.

En el Huila la confección es una industria muy familiar.

Hay que combatir el contrabando 

Para otras personas vinculadas a la industria de la confección, lo del arancel el positivo, pero no sirve si no se hace un trabajo fuerte frente al contrabando. De no ser así lo que realmente se termina fomentando es ese negocio ilegal que tanto daño le hace no solo a la industria textil en el país, sino a otros sectores de la economía.

Nidia Patricia Dulcey Castañeda es una garzoneña con vinculo al sector de la confección con título como diseñadora de modas y posgrado en gerencia de producción y con experiencia como gerente de producción   durante más de 12 años de “Fuera de Serie” y administró cadenas de almacenes de venta de ropa, son unos 22 años entre unas y otras en el negocio.

Dice que piensa totalmente diferente, frente al arancel con base en la experiencia en Fuera de Serie como uno de los primeros importadores, “uno como importador se encuentra con mucha corrupción, no hay quien cuente las prendas que vienen en un container por ejemplo y es claro que en un container meten hasta 100.000 piezas, ¿quién las va a contar? Por eso pienso que la medida lo que realmente favorece es al contrabando”, sostuvo.

Adiciona que al implementar la medida no se detuvieron a preguntarse cuánta mano de obra se necesita, “no es que la industria textil colombiana esté mal, ya que nosotros como confeccionistas no damos abasto para atender la demanda que hay. Lo que sucede es que, desde los colegios, no se incentiva al joven a trabajar en este tipo de arte. Este trabajo es mal visto por los jóvenes que prefieren trabajar en una plataforma y ganarse $70.000 pesos, los mismos que le pagarían por sentarse frente a una máquina de coser, pero el elige lo primero”.

Y para afianzar su concepto, cuenta que, como microempresarios, generan unos nueve a diez empleos directos y no han podido crecer por falta de mano de obra calificada. “En solo diciembre, dejamos de Facturar unos $10.000.000 de pesos por no tener quien cosiera”, añadió. 

Otro ejemplo de la incidencia del contrabando es que conocen que en Neiva hay quienes venden una camiseta confeccionada y terminada en $14.000 pesos y a ellos les cuesta ese valor solo la tela, entonces de ¿dónde traen y cómo traen esas telas?, es el interrogante que se plantean. 

Así con otros ejemplos sobre precios como el de una cremallera que en almacén cuesta $2.100 pesos, se consigue en $600, Nidia Patricia, sostiene que esta medida le recuerda cuando nos dieron a conocer la apertura económica que resultó más nefasta que beneficiosa para la economía del país.

Deslealtad

Otro fenómeno que tienen que enfrentar en la industria es la deslealtad, para lo que Nidia Patricia Dulcey  Castañeda, relata que le dieron trabajo a una persona mayor que se había quedado sin contrato y lo que hizo fue intentar sonsacarle la mejor operaria que tiene en el momento que lleva en la empresa más de un año y a la que están formando.

Es el pensamiento de dos empresarios de la industria de la confección en Neiva que entregaron sus puntos de vista frente al nuevo arancel a la importación de confecciones, que como todo se hace con buenas intenciones, pero sobre la marcha debe enfrentar una serie de obstáculos.

La pregunta de los colombianos es si ¿les alcanzará para comprar con los nuevos precios?

En conclusión 

¿Se podrán comprar prendas importadas en Colombia?

Esa es la pregunta que se hacen miles de los fans de varias de las marcas internacionales de gran presencia en Colombia y provenientes de diferentes países.

La mayoría de ellos coincide en que, pese a que sí se podrán comprar las prendas de la marca, será prácticamente imposible adquirirlas por los elevados costos que tendrán.

Según detalla la disposición, se establecerá un arancel del 40 %, según el valor, a las importaciones. Es decir, se subirán de precio productos como trajes, overoles, abrigos, chaquetas, pantalones, vestidos, faldas, faldas pantalón, ropa para bebés y camisas, cuyo material sea de lana, algodón o fibras sintéticas, de acuerdo con el decreto.

Zara, H&M y Forever 21, son algunas de las más afectadas, entre otras cosas, porque son las que lideran el ‘ranking’ de la ropa importada y de confección en Colombia. Según la revista Mall & Retail, entre enero y octubre de 2022, el total de importaciones de tres compañías ascendió a US$ 61 millones (H&M), $ 59 millones (Falabella) y US$ 17 millones (Zara).

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