Aníbal Charry González
Reanudo mi columna habitual, haciendo referencia a la infamia vengativa del régimen corrupto de Guatemala al atacar a nuestro impoluto ministro de Defensa Iván Velásquez, que constituye una estrategia perversa y planificada de la extrema derecha para tratar de deslegitimar los gobiernos de izquierda y concretamente a quienes han liderado la lucha contra la plaga de la corrupción como Velásquez, reconocido a nivel nacional y mundial en nuestro país y por las Naciones Unidas, que han rechazado el accionar de la justicia guatemalteca representada por su fiscal de bolsillo enlistado como corrupto por los Estados Unidos.
Esta es la historia de la canalla venganza: recordemos que el hoy Mindefensa del Gobierno del presidente Petro, fue el investigador estrella en la Corte Suprema de Justicia en el gobierno de Uribe, que hizo posible la condena de un enjambre de criminales parapolíticos, entre ellos su primo el senador Mario Uribe: y precisamente por su exitosa intervención fue designado director de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala- Cigic por la ONU en virtud de un acuerdo con el gobierno, y en el desempeño de ese cargo fue igual de exitoso en la lucha contra la endémica corrupción en ese país, al punto que logró que más del 70 por ciento de los guatemaltecos lo apoyara al comprobar que el entonces presidente Otto Pérez Molina y varios de sus ministros tenían montada una red de corrupción en las aduanas con sobornos, que hizo posible que posteriormente renunciara por presión del pueblo guatemalteco.
Además, descubrió que un oficial del ejército dirigía una red de lavado de dinero y de venta de seguridad en las cárceles, y de otra red de corrupción que se robaba la plata de la remodelación de los hospitales, poniendo tras las rejas a nada menos que a 7 ministros y a la vicepresidenta del régimen de corrupción, recomendando iniciar un juicio contra el nuevo presidente Jimmy Morales que no había reportado 1 millón de dólares de su campaña, y que en retaliación declaró persona no grata a Velásquez, ordenando desmontar el bloque anticorrupción.
Y es que la pérfida acusación que le hace el fiscal de ese país es exactamente por su exitosa lucha contra la corrupción, al considerar como “anómalo” un acuerdo que hizo Velásquez con Odebrecht para que reconociera que había pagado 18 millones de dólares en sobornos a corruptos funcionarios logrando su condena, que es lo que hacen fiscales e investigadores en todo el mundo, dizque por haberse aliado con la corrupta empresa. No podía ser más vil la acusación contra un investigador como Velázquez que tiene inmunidad otorgada por la ONU.
Ahora si entendemos la sed de venganza de la clase política venal de Guatemala contra Velásquez, y la respuesta no menos infame aquí de la oposición de jauría que exige su renuncia solidarizándose con la corrupción, y de ciertos columnistas afirmando con vileza haciendo terrorismo moral, que al Mindefensa le dictaron medida de aseguramiento cuando no es una investigación penal y como se ha dicho tiene inmunidad. ¡Bellacos!
