Deshojando Margaritas
Por Margarita Suárez
La pobreza no es disculpa para que alguien sea hampón. Pero está ocurriendo en Neiva que el desempleo y la falta de oportunidades están gestando problemas de inseguridad. A cada rato escucho que desde una moto raparon una cartera, o que a alguien le sacaron cuchillo y le tocó soltar su bolso. Entran a locales y con amenazas roban a los clientes y obligan a entregar los computadores del negocio y el producido. Cada día hay nuevos episodios. En esta semana, que apenas comienza, me he enterado de tres casos seguidos de robos. Al suegro de un sobrino le arrancaron de cepa el espejo lateral del carro. A la novia de un sobrino le rompieron el vidrio del carro y le sacaron el maletín con sus elementos de hacer deporte. A otro familiar cercano también le rompieron el vidrio lateral trasero del carro y le hurtaron su maletín con papeles, tarjetas, dinero, etc. Ocurrió en segundos mientras se bajó en un supermercado a comprar un par de artículos. Pasó en la noche y le tocó llegar directo a su casa a poner el denuncio de hurto de documentos vía online, luego debió hacer el bloqueo de las tarjetas y rezar para que no hubieran alcanzado a robarle el dinero. Al día siguiente viene el proceso de mandar a arreglar el carro, ir a los bancos a desbloquear las cuentas, pedir copia de su tarjeta de acreditación laboral, solicitar copia de la cédula, copia del pase, buscar dinero prestado para subsistir mientras desbloquean las cuentas bancarias, pedir permiso en el trabajo para hacer las vueltas. Todo un proceso. Afortunadamente no tenía el celular en el maletín porque hubiera sido peor. Me da la impresión por la coincidencia de los sitios donde ocurrieron estos últimos tres hechos, que se trata de una banda que ataca el oriente de Neiva y que después de hacer sus fechorías desaparecen. Va a tocar hacer una campaña agresiva pidiéndole a los ciudadanos que no dejen objetos de valor a la vista en los carros. No dar papaya es solo una de las medidas, otras corresponden a las autoridades que deben implementar planes para protegernos. Es muy triste que la ciudadanía esté tan vulnerable ante los hampones, sintiendo el miedo de ser las nuevas víctimas. A los ladrones no les importa el daño colateral que causan durante sus hurtos. Espantoso.
