La instalación de la nueva agenda legislativa generó un panorama bastante detestable por la forma irrespetuosa e irreverente como se presentó el desarrollo del orden del día. Había más orden en una corraleja que dentro del recinto sagrado considerado el templo de la democracia. Así lo hizo ver en un trino el nuevo senador Rodolfo Hernández Suárez. El informe presentado por el presidente Iván Duque Márquez, fue interrumpido en reiteradas ocasiones con insultos y gritos de grueso calibre por los senadores integrantes del Pacto Histórico, lo cual desdibuja el objetivo sano y respetuoso que deben primar las discusiones al interior de la Corporación. La decencia no pelea con nadie. La opinión pública, ha rechazado de plano esta actitud. El Estatuto de la Oposición establece la réplica, pero ante semejante anarquía, el primer mandatario de los colombianos tuvo que retirarse del recinto para escuchar en la Casa de Nariño, la disertación del Senador Gallo del sector de los Comunes.
Hace parte de la tradición democrática del país que la instalación, cada cuatro años, de un nuevo Congreso sirva también como escenario para que el presidente saliente haga un balance de su gestión. El discurso en el Capitolio no fue ajeno a dicha costumbre. Una intervención cuyo marco fue también un adelanto de la nueva realidad política del Legislativo. Esto en relación con el pulso de abucheos y aplausos que enfrentó a oposición con el oficialismo, el cual contribuyó más al desorden que a la necesaria disposición de escucharse unos a otros con formas a la altura de este recinto.
Lo anterior no puede volver a suceder. El Congreso de la República, necesita atender las demandas ciudadanas, para que se conviertan en Leyes de la República. El nuevo presidente electo Gustavo Petro Urrego, una vez posesionado el 7 de agosto va a presentar algunas iniciativas para adelantar algunas reformas urgentes, que anunció durante su campaña presidencial. La nueva legislatura deberá continuar la agenda de iniciativas que quedaron pendientes, que son de vital importancia para la sociedad colombiana, siempre y cuando el presidente electo Gustavo Petro, las respalde.
Todos los integrantes del Legislativo deberán tener una actitud positiva, frente a los desafíos que se están presentando, dadas las turbulencias que se están presentando en los mercados mundiales y que están permeando negativamente el ambiente económico del país. El Congreso no puede estar a espaldas de este reto. Los desafíos son colosales y se necesitan todos los esfuerzos, además de la unidad nacional. Hay necesidad de salvaguardar los valores democráticos que nutren la libertad y el orden, aludiendo al lema del escudo patrio. La independencia de las instituciones, debe ser el sendero como se deben llevar la agenda legislativa. Es fundamental cumplir con este sano propósito.