La creación y aplicación de algoritmos creados en un entorno informático dinámico sirven como base para la inteligencia artificial (IA), que imita las funciones de la inteligencia humana. AI está tratando de hacer que las computadoras piensen y se comporten como personas, por decirlo de otra manera.
En el mundo moderno, tanto los humanos como las máquinas producen muchos más datos de los que actualmente se pueden procesar, interpretar y utilizar para respaldar decisiones complejas. Todo el aprendizaje automático se basa en inteligencia artificial, que también es hacia donde se dirige toda la toma de decisiones avanzada. Por ejemplo, aunque hay 255 168 movimientos posibles en el juego de tres en raya, 46 080 de ellos resultan en tablas, la mayoría de las personas pueden descubrir cómo evitar perder. Teniendo en cuenta que hay más de 500 x 1018, o 500 billones de movimientos posibles en las damas, muy pocas personas podrían alcanzar el estatus de gran maestro. Para hacer la mejor elección, las computadoras son muy efectivas para calcular estas combinaciones y permutaciones. El futuro de la toma de decisiones empresariales se basará en el aprendizaje profundo y la inteligencia artificial (y su evolución lógica, el aprendizaje automático).
En áreas como los servicios financieros, la detección de fraudes, las predicciones de compras minoristas y las interacciones de atención al cliente en línea, la IA se utiliza en la vida cotidiana.
A pesar de que la inteligencia artificial se utiliza en campos como la producción, la gestión empresarial, etc. A pesar de que pueden ser de gran ayuda, el coste de su desarrollo hace que no todo el mundo pueda utilizarlas.
Hay ventajas y desventajas asociadas con la inteligencia artificial, y es hora de decidir qué es más importante. A día de hoy, es evidente que las ventajas superan a los inconvenientes si se tiene en cuenta cómo pueden mejorar la forma de trabajar en sectores muy dispares entre sí.