La muerte de tres jóvenes identificados como José Arévalo, Jesús Díaz y Carlos Ibáñez está siendo investigada por la Policía Nacional y los entes de control para verificar si se trató de un “falso positivo” al haber sido confundidos con integrantes del clan del golfo.
Por su parte, los familiares expresaron que los fallecidos no tenían relación alguna con el grupo paramilitar y que, al momento de sus capturas y muertes, estaban practicando deportes extremos. Para ellos, se habría tratado de “falsos positivos” policiales.
Como respuesta, y ante las dudas respecto del operativo llevado a cabo a finales de julio, el inspector general de la institución viajó hasta Sincelejo y apartó de su cargo a ocho policías “mientras se adelantan las respectivas investigaciones”, indicó el general Ramiro Castrillón Lara. Seis patrulleros, un coronel y una subteniente fueron destituidos de manera provisional.
El pasado 31 de julio, Rosiris Contreras, madre de uno de los jóvenes presentado como integrante del Clan del Golfo, pidió en Noticias Caracol que se tenga claridad sobre estos hechos y reiteró que su hijo era inocente. “Le pido a la Policía que esclarezca estos hechos, porque, así como nosotros estamos sufriendo, hay dos familias más… Ay Dios mío, ellos no eran del Clan del Golfo como lo dijo ese coronel”.
