El Fenómeno del Niño, que ha dejado serias secuelas en el sector agrícola colombiano y una marcada disminución en los niveles de los embalses, parece estar retrocediendo gradualmente. Sin embargo, ahora la preocupación se centra en la inminente llegada de la temporada de lluvias.
Diario del Huila, Panorama
De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se prevé una transición hacia una fase neutral del fenómeno de El Niño en los próximos meses, seguida por la llegada del fenómeno de La Niña durante el segundo semestre de 2024.
La Niña, caracterizada por un aumento en las precipitaciones y una disminución en las temperaturas, amenaza principalmente a las regiones Andina, Caribe y Pacífica, así como a áreas del piedemonte de los Llanos Orientales. Este cambio climático puede tener efectos significativos en la agricultura, la infraestructura y la vida cotidiana de las comunidades afectadas.
Se estima que la probabilidad de ocurrencia de este fenómeno es igual o superior al 64% para el trimestre julio-agosto-septiembre.
Ante, este pronóstico, Lorena Sánchez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila, ha emitido una preocupante advertencia sobre el inminente embate del invierno en la región. Sánchez expresó las crecientes inquietudes de los productores locales ante la llegada de las lluvias, enfatizando la necesidad de acciones preventivas para mitigar el impacto negativo en la economía y el bienestar de los campesinos huilenses.
«Como representantes de medianos y pequeños productores, estamos profundamente preocupados por la inminente llegada del fenómeno de ‘La Niña’, el cual históricamente ha acarreado consecuencias devastadoras para el campo huilense. Esta vez no será la excepción, ya que prevemos afectaciones significativas en cultivos de café, cultivos de pan coger, ganadería y otros sectores productivos«, declaró Sánchez.
La principal preocupación radica en el aumento previsto del caudal de los ríos, lo que podría desencadenar deslizamientos de tierra e inundaciones. Estos fenómenos ya están afectando a la población rural del departamento, exacerbando las dificultades en las vías y restringiendo la movilidad de los habitantes locales.
Sánchez subrayó la importancia de la coordinación con los organismos de emergencia y las autoridades gubernamentales para implementar medidas preventivas de manera anticipada. «Es crucial que nos permitan actuar con prontitud para prevenir el impacto devastador en la economía campesina del Huila«, afirmó la líder agrícola.
Zonas vulnerables
Las proyecciones sugieren que las zonas más vulnerables del departamento serán el norte, específicamente los municipios de Colombia, Tello y Baraya, así como también la región sur y occidental, que ya enfrentan desafíos significativos en términos de infraestructura vial.
«Es fundamental destacar y solicitar de manera precisa la asistencia necesaria, con el fin de mantener alerta a los entes de control y a la comunidad en general. En este sentido, hacemos un llamado enérgico a las organizaciones campesinas de base para establecer una comunicación efectiva«.
Además, subrayó la importancia de abordar el tema de la seguridad, que se ve agravado por el conflicto armado, especialmente en las zonas rurales donde las comunidades son más vulnerables.
«Es imperativo establecer una red de apoyo que no solo sea solidaria, sino también activa en la gestión, con el objetivo de comprender las realidades y necesidades específicas de cada territorio. Consideramos crucial iniciar un trabajo conjunto con el Gobierno Nacional, reconociendo que el sector campesino desempeña un papel fundamental en la economía tanto a nivel nacional como local«, afirmó Lorena Sánchez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila (ATCH).
Ante este panorama desafiante, la comunidad agrícola del Huila insta a una acción concertada y eficaz por parte de las autoridades competentes, con el fin de salvaguardar los medios de subsistencia de miles de familias campesinas que dependen del sector agrícola para su sustento.
Afectaciones por lluvias
Las lluvias recientes en el Huila continúan generando emergencias, con al menos 14 municipios que necesitan intervención urgente utilizando maquinaria pesada para despejar las vías afectadas por deslizamientos y derrumbes debido a las intensas precipitaciones en la región.
Andrés Camilo Cabrera, secretario de vías e infraestructura, informó que «el departamento sigue en estado de emergencia. Cerca de 14 municipios están enfrentando situaciones críticas debido a las lluvias. Actualmente, desde la Gobernación, hemos desplegado seis equipos de maquinaria, cubriendo hasta donde nos ha sido posible llegar».
«Estamos activando todos los mecanismos para atender las emergencias en los diferentes municipios del departamento. Algunos de estos municipios están en una situación de emergencia manifiesta, lo que nos permite priorizar la atención en estas áreas«, agregó Cabrera.
Asimismo, Cabrera hizo un llamado a los habitantes de los municipios afectados, reconociendo que la maquinaria disponible no es suficiente para cubrir todas las necesidades de manera simultánea. «Estamos trabajando arduamente para llegar a todas las áreas afectadas y estamos priorizando las zonas más críticas».
Entre los municipios del Huila que están experimentando mayores impactos por las lluvias se encuentran Colombia, Pitalito, Algeciras, Elías, Saladoblanco, Palermo, La Argentina, Teruel, Santa María, Oporapa y San Agustín, según el informe de la Oficina de Gestión del Riesgo.
Hasta el momento, se han reportado más de 184 familias afectadas, con 187 viviendas dañadas y 11 en riesgo. Además, se ha registrado más de 50 vías afectadas, principalmente en áreas rurales de varios municipios, así como daños en puentes vehiculares, puentes peatonales y acueductos en las veredas.
El departamento enfrenta riesgos adicionales como deslizamientos, derrumbes, pérdida de banca y crecidas que siguen afectando la infraestructura vial.
Así están las regiones de Colombia
Durante el pasado fin de semana del 4 y 5 de mayo, Colombia empezó a experimentar los primeros embates de la temporada de lluvias.
Uno de los sucesos más impactantes fue registrado en Montebello, Antioquia, donde una impresionante avenida torrencial afectó a 30 familias hasta el momento.
En Dosquebradas, Risaralda, se vivió una tragedia lamentable cuando tres miembros de una misma familia perdieron la vida al ser sepultados por un alud de tierra.
San Andrés, Santander, un puente colgante sucumbió ante una creciente súbita, dejando a más de 1.700 personas incomunicadas.
En el sur de Bolívar, más de 1.200 familias se ven afectadas por las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias y el rompimiento del muro de contención ‘Caregato’.
El Valle del Cauca también ha registrado un incremento en las precipitaciones en las últimas semanas. Saulo Ramírez, del equipo de Meteorología de la CVC, señala que la región se encuentra en plena temporada de lluvias 2024 (marzo – junio), dentro de los parámetros normales previstos.
En Barranquilla, las lluvias del fin de semana causaron inundaciones en el barrio Villa San Carlos, afectando viviendas y electrodomésticos, lo que ha generado demandas de atención por parte de los afectados.
En Soledad, Atlántico, se vivió una tragedia cuando Raúl Valencia, de 51 años, fue arrastrado por el arroyo El Salao durante el aguacero del sábado. Las autoridades continúan la búsqueda del cuerpo tras dos días de intensa labor.
Además, en Campo de la Cruz, al menos 40 casas quedaron inundadas, mientras que en Usiacurí, un arroyo desbordado y un deslizamiento de tierra causaron estragos en la población.
